Todos los años, la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas inglés) organiza una semana en junio para hacer conciencia sobre alguna materia específica relacionada con esta enfermedad. En la versión de este año, el tema escogido fue la “anafilaxia”, una reacción alérgica grave, que puede causar la muerte.
La anafilaxia es una reacción alérgica grave, que tiende a comenzar rápidamente (generalmente antes de la hora posterior a la exposición), y cuyos síntomas pueden ser potencialmente mortales.
Entre las causas más frecuentes se encuentran las alergias alimentarias (especialmente frutos secos, huevo, soya, etc.), a medicamentos y vacunas, así como a
picaduras de insectos (abeja y avispa principalmente). Otras causas incluyen el ejercicio, la exposición al látex o a alergenos ambientales. Sin embargo, en ocasiones no se logra identificar la causa.
La
sintomatología que pueden presentar estos pacientes es variada y pueden afectar a diferentes órganos, como por ejemplo:
- Piel: Picazón, ronchas, enrojecimiento, hinchazón
- Nariz: Estornudos, congestión nasal, secreción nasal
- Boca: Picor, hinchazón de los labios o la lengua
- Garganta: Prurito, opresión, dificultad para tragar, inflamación de la parte posterior de la garganta, ronquera
- Pecho: sensación de falta de aire, tos, sibilancias, dolor de pecho u opresión
- Corazón: Pulso débil, desmayo, shock
- Tracto gastrointestinal: náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal
Carolina Díaz, inmunóloga de Clínica Las Condes, explica que cuando la persona se expone a aquello que le produce la alergia, los mastocitos (un tipo de célula del sistema inmune) liberan histamina y otras sustancias que pueden desencadenar la sintomatología mencionada (se produce vasodilatación, broncoconstricción, etcétera). “Se trata de una situación grave, que requiere de atención inmediata”, añade la especialista.
“Cuando ocurre el primer episodio, el paciente debe consultar al Servicio de Urgencia para el manejo agudo del episodio. Sin embargo, siempre debe ser evaluado por un especialista, para poder identificar la causa y así evitar nuevos eventos”, señala la doctora Díaz.
La visita con el especialista tras el primer incidente es fundamental porque “es altamente probable que vuelva ocurrir un episodio de similares características ante una nueva exposición, de ahí la relevancia de realizar el estudio causal correspondiente”. La doctora Díaz agrega que no siempre se logra identificar la causa, “pero siempre se debe contar con un plan de acción conocido para lograr un manejo oportuno y exitoso de un nuevo episodio”.
Respecto del tratamiento, la inmunóloga de Clínica Las Condes, indica que en el caso del episodio agudo se debe aplicar adrenalina intramuscular. “El tratamiento en el largo plazo es la evitación del alergeno y de los productos con reactividad cruzada. En el caso de la alergia a picaduras de abejas/avispas, también se cuenta con la inmunoterapia”, explica la doctora Díaz.