Recomendaciones para los alérgicos al veneno de abejas y avispas
05 de diciembre, 2016
·Tratamiento y Recuperación
Evitar los lugares con muchas flores y traer consigo un kit de emergencia indicado por tu médico pueden ayudar.
Si una
persona alérgica al veneno de abejas o avispas es picada por uno de estos insectos puede presentar variados síntomas, desde aparición de ronchas, picazón, edema de párpados, de labios hasta mareos, dificultad respiratoria, hipotensión y finalmente un shock anafiláctico.
La
doctora Carolina Díaz, inmunóloga de Clínica Las Condes señala que cuando ocurre una reacción diferente al solo compromiso cutáneo local, el paciente debe ser estudiado para clarificar el diagnóstico. El examen inicial corresponde a una muestra de sangre. Se trata de la IgE (inmunoglobulina E) especifica anti veneno de abeja y/o avispa, un sencillo test que permite identificar la presencia de anticuerpos anti-veneno de estos insectos.
Si el examen es positivo, debes tener
cuidado y evitar aquellos lugares donde ya sabes que existen abejas, no andar descalzo, usar ropa oscura, evitar perfumes. Es mejor que elijas lugares donde los pastos plantas no tengan flores, recuerda que es el polen de las flores lo que las atrae.
Si te encuentras con una, recuerda que al menos
las abejas no atacan a los seres humanos salvo que se sientan agredidos por lo que no intentes alejarlas con golpes.
Avisa a quienes te acompañan de tu condición para que en caso de una picadura te lleven rápidamente a un centro de urgencias.
Una buena alternativa para quienes sí conocen de su alergia a las abejas y avispas es la
portación de un kit de emergencia.
“Los kits son
prescritos por los médicos siempre, no se compran en farmacias bajo ese o ningún nombre parecido. El principal medicamento contenido corresponde a la adrenalina intramuscular, en autoinyector. Este fármaco es el tratamiento de elección en casos de anafilaxia, otorgándonos el tiempo necesario para llegar a un servicio de urgencia. Otros fármacos incluidos en el kit son los antihistamínicos y corticoides”, señala la doctora Díaz.