Mantener un estilo de vida saludable y controlarse periódicamente ayuda a prevenir.
Los
riñones procesan aproximadamente 190 litros de sangre al día para eliminar cerca de 2 litros de productos de desecho y agua en exceso a través de la orina. Su función es vital para
mantener la sangre limpia y químicamente equilibrada, pero cuando comienzan a deteriorarse no avisan precozmente.
El doctor
Rodrigo Orozco, nefrólogo de Clínica Las Condes, explica que una persona con daño renal puede no sentir nada, pues sólo cuando el daño está avanzando aparecen síntomas como decaimiento,
anemia,
palidez,
presión alta,
retención de líquido y
espuma o sangre en la orina, por ejemplo. "En etapas iniciales no hay síntomas claros", asegura el nefrólogo.
De ahí que es importante realizarse controles médicos, aun cuando se sientan sanos, pues al hacer exámenes como la medición de presión arterial o específicos como la
creatinina en la sangre o proteína en la orina, permite saber si hay un problema en los riñones.
Por otro lado, el
dolor renal es uno de los dolores más fuertes que una persona puede experimentar, señala el doctor
Marcelo Kerkebe, urólogo de Clínica Las Condes, y muchas veces es confundido con el dolor de espalda, ya que se produce en la parte baja.
Si bien, un dolor en esa zona no necesariamente es por un problema renal, pues los músculos lumbares habitualmente pueden doler. Aquí, el
dolor de riñón se diferencia porque aparece muy intensamente. "Es parecido al cólico de la guata, pero se irradia en forma particular hacia el costado y adelante, incluso a los genitales. Habitualmente produce náuseas y vómitos. Tiene la particularidad de que el paciente no encuentra una posición para calmar el dolor", explica.
En el caso de los
cálculos renales se producen por una combinación de factores genéticos y ambientales, indica el doctor Orozco. Entre las medidas generales de prevención está:
- Mantener una ingesta de líquido adecuada de 2,5 a 3 litros al día.
- Restringir la sal y la ingesta de proteínas.
- Mantener el consumo lácteo normal (ni mucho ni muy poco).
"La ingesta de líquido es importante, pues permite que el volumen de orina sea normal, disminuyendo la posibilidad de formar cálculos, infección urinaria y deshidratación en climas cálidos, sobre todo en verano", subraya.