Un aneurisma cerebral es una condición médica que ocurre cuando una arteria en el cerebro se dilata anormalmente. Los aneurismas pueden variar en tamaño y forma, y pueden estar presentes desde el nacimiento o desarrollarse más tarde en la vida. Cuando un aneurisma cerebral se rompe, puede causar una hemorragia cerebral llamada hemorragia subaracnoidea, que es una emergencia médica potencialmente mortal.
Causas y Factores de riesgo
Las causas exactas de los aneurismas cerebrales no están completamente comprendidas, pero varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollarlos, incluyendo:
- Factores genéticos
- Hipertensión arterial
- Enfermedades del tejido conectivo (como el síndrome de Marfan y el síndrome de Ehlers-Danlos)
- Consumo de tabaco y alcohol
- Edad (mayor riesgo después de los 40 años)
- Sexo (más común en mujeres)
- Traumatismos craneales
Aunque muchas personas con aneurismas cerebrales no experimentan síntomas, los aneurismas compresivos pueden causar síntomas dependiendo del lugar de la compresión, tales como alteración de los movimientos oculares, ojo rojo, dolor de cabeza y déficit visual.
Diagnóstico y control
No existe un tamaño mínimo estudiado que pueda provocar síntomas, por lo que todo aneurisma diagnosticado debe ser controlado periódicamente por un neurocirujano vascular en conjunto con un neurorradiólogo intervencional o un neurocirujano intervencional.
Medidas para reducir el riesgo y opciones de tratamiento
El tratamiento de un aneurisma cerebral roto (hemorragia subaracnoidea) es una emergencia médica y depende del tamaño y la ubicación del aneurisma, así como de la gravedad de la hemorragia. Inmediatamente después de la hemorragia, el paciente puede requerir medidas de soporte vital para estabilizar la presión arterial y asegurar una adecuada oxigenación del cerebro.
El tratamiento definitivo del aneurisma cerebral puede ser de dos tipos:
- Microcirugía: El neurocirujano vascular realiza una cirugía mínimamente invasiva mediante un clipaje con clip de titanio del aneurisma cerebral.
- Cirugía Endovascular: Se utilizan insumos especiales para llegar al aneurisma y lograr su exclusión.
Un aneurisma cerebral no se puede curar sin tratamiento. A veces, puede ser pequeño y estable, no causar síntomas ni requerir tratamiento. En estos casos, se puede monitorear mediante exámenes médicos regulares, como angiotomografías computarizadas o angioresonancias magnéticas, para detectar cualquier cambio en su tamaño o forma. Sin embargo, si se produce una hemorragia cerebral o si un aneurisma cerebral aumenta de tamaño, se requiere tratamiento para prevenir una hemorragia cerebral potencialmente mortal.
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