No existen las personas enfermas de epilepsia. Sino pacientes que tienen “crisis epilépticas”. Asumida esta definición, lo que sigue es averiguar por qué se producen estas crisis de actividad eléctrica anormal en la corteza cerebral. ¿La razón? Porque el pronóstico y tratamiento de la epilepsia depende de la causa (enfermedad), que provoca las crisis epilépticas.
El
doctor Manuel Campos,
director del Centro Avanzado de Epilepsias de Clínica Las Condes, explica que, para conocer el origen de las crisis de epilepsia, se recurre principalmente a dos exámenes: la resonancia magnética de cerebro, con protocolo especial de estudio y el electroencefalograma (EEG) digital. Si esta última, sale normal, advierte el especialista, no significa que no tenga crisis, sino que cuando se realizó la prueba no hubo descargas eléctricas que se pudiera registrar.
En ese caso, se indica un EEG con privación parcial o total de sueño, para aumentar la sensibilidad del examen o un Holter de EEG para poder tener un registro de 24 horas de la actividad eléctrica cerebral.
“Las epilepsias se pueden dividir en dos grupos: aquellas que responden a los medicamentos (70%) y la
epilepsia refractaria o fármaco resistente (30%), donde el paciente persiste con crisis pese a los fármacos”, indica el doctor Campos.
Quienes tienen crisis de epilepsia, deben seguir un estilo de vida que les permita disminuir la posibilidad de una crisis, lo que implica llevar una vida acorde a su condición:
- No dejar de tomar sus medicamentos en las dosis y horas indicadas
- Evitar la privación de sueño
- Evitar la fiebre
- No beber alcohol en exceso
- Evitar exponerse a luces estroboscópicas en caso de foto sensibilidad.
- Disminuir al máximo el riesgo de angustia, depresión y ansiedad
Si le toca ser testigo de una crisis de epilepsia en un familiar o un ser querido, es importante tener claro de qué manera puedes ayudar.
Lo primero que aclara el doctor Campos, es que no todas las crisis se producen con convulsiones. “La palabra convulsión solo se usa en las crisis tónico-crónica generalizada, esto es una descarga eléctrica global de todo el cerebro, generalizada y dura una o dos minutos”.
En esos casos, lo más importante “es mantener la calma, tomar la cabeza del paciente y girarla, pero nunca introducir nada dentro de la boca, ni un pañuelo, ni los dedos. Posteriormente, es necesario acompañar al paciente porque puede quedar un poco confundido.
¿Es útil el cannabis medicinal en vasos de epilepsia? “En Estados Unidos está aprobada desde 2018 como terapia agregada, nunca por si sola y en solo dos síndromes específicos de niños que no responden al tratamiento tradicional: Síndrome de Dravet y el Síndrome de Lennox-Gastaut”.
Esta terapia, explica el doctor Campos puede costar entre 1.200 y 1.500 dólares al mes y a la fecha no existe ningún reporte que indique que con esta terapia no se produzca ninguna crisis. Sin embargo, en ningún caso se debe dejar el tratamiento ya que estas terapias son complementarias, porque lo que en definitiva vale es la “medicina basada en la evidencia”.
En general, las crisis epilépticas se pueden controlar con medicamentos. “El objetivo de los fármacos es entregarle la mejor calidad de vida al paciente, con un excelente bienestar físico, mental y social. La meta es que el paciente tenga una vida normal y pueda a trabajar o vuelva a ir al colegio, si había dejado de hacerlo. Que pueda ser totalmente independiente. Tampoco es recomendable sobreproteger a estos pacientes, hay que buscar el equilibrio”, indica el especialista.