Experimentos muestran cómo las melodías permiten que el paciente recupere claridad cuando las escucha.
El documental estadounidense
Alive InsideA Story of Music and Memory, muestra el trabajo de
Dan Cohen, fundador de la asociación
Música y Memoria, para convencer a los hogares de ancianos de los
beneficios de la música en los pacientes que sufren
demencia y
alzheimer. A través de esta pieza audiovisual, es posible ver cómo los pacientes logran volver a hablar, sonreír, cantar, bailar y recordar datos de su juventud.
El experimento fue replicado en Chile, por el programa Contacto, obteniendo similares resultados, mostrando los beneficios de aplicar música a las terapias contra la enfermedad degenerativa.
El doctor
Marcelo Miranda, neurólogo de Clínica Las Condes, también ha aplicado la técnica en sus pacientes y ha visto efectos concretos, asegura.
“Hemos trabajado con musicoterapeutas y hemos visto beneficios en activarse más, mejorar el ánimo, ciertos aspectos cognitivos. El sueño también”
— Dr. Marcelo Miranda
El especialista, también ha trabajado la técnica en un paciente en coma y con
epilepsia refractaria, con lo que ha probado que funciona incluso en personas que no están escuchando conscientemente la música.
Thomas Fritz, experto en música y memoria del Instituto de Ciencias Max Planck, en Alemania, ha estudiado por qué, en comparación con otras funciones de la memoria, la
memoria musical a largo plazo a menudo permanece intacta y funcional durante un tiempo sorprendentemente largo en pacientes con alzheimer.
Junto a su equipo, Fritz descubrió que los
recuerdos musicales quedan alojados en una zona del cerebro diferente de la que están el resto de los recuerdos. De esta forma, cuando oímos música significativa se activa esa zona en la que hay menos atrofia de la materia gris, es decir, está menos deteriorada por la enfermedad de Alzheimer.
“En algunas personas puede tener una gran respuesta, incluso al momento de generar momentos de claridad, lo que puede ser valioso para los familiares”, sostiene.