No hay evidencia que justifique el uso de collares de ámbar para calmar molestias en el proceso de dentición. ¿Qué otras alternativas se pueden utilizar?
No pasa de moda
el uso de collares de ámbar, al que se atribuyen cualidades analgésicas que ayudarían a calmar las
molestias en el proceso de dentición de los niños. No obstante, no hay evidencia científica que justifique su uso, indica la
doctora Ximena Larach, odontopediatra de Clínica Las Condes.
Quienes optan por colocárselo a los niños dicen que el
ámbar en contacto con la piel y a la temperatura del cuerpo liberaría una sustancia que aliviaría dolores, pero no es aconsejable el
uso de collares por el riesgo de estrangulación o de asfixia por atragantamiento si se rompiese. “De hecho, la
Academia Americana de Pediatría no acepta el uso de ningún tipo de pulseras o
collares en los niños por este mismo motivo”, sostiene.
“Si los papás, a pesar de todo quieren usarlos por una cuestión de fe, se les pide que lo usen mientras alguien está observando al niño y nunca dejarlo puesto mientras duermen”, enfatiza.
La fase del
proceso de dentición es un proceso normal en la infancia y no debe ser tratada con medicamentos alópatas ni homeópatas, dice la especialista. Esta etapa no ocasiona
fiebre, diarrea, vómitos, ni alteraciones del sueño, sólo puede aumentar la salivación y ocasionar cierta incomodidad en el niño.
La doctora Larach aconseja formas más seguras para aliviar las molestias, como mordedores, de goma principalmente, que pueden ser fríos (no congelados). También ayuda humedecer el extremo de un tuto, enrollarlo y colocarlo un ratito al freezer para que esté frío, y pasárselo al niño para que lo muerda, ya que el frío alivia las molestias; y masajear las encías con la yema de los dedos (lavados previamente) es una muy buena ayuda.
¿Cuándo visitar al dentista por primera vez?
“Hoy día la primera visita se aconseja alrededor del primer año de vida, principalmente para evaluar el correcto crecimiento y desarrollo de maxilares y la erupción dentaria del niño, conversar con los padres sobre higiene, cepillado, hábitos, aclararles dudas y poder darles información adecuada de cómo mantener una buena salud oral en sus hijos”, indica la especialista.