Con la llegada de los hijos también vienen los desvelos, los llantos constantes y la imposibilidad de que el bebé concilie el sueño. No se preocupe. Sigua estos consejos y vuelva a dormir.
Los recién nacidos duermen aproximadamente 16 horas al día durante las primeras semanas, de 2 a 4 horas por vez. A partir de los tres y cuatro meses se disminuye a 13 horas diarias y después de esa edad comienza un claro predominio del sueño más prolongado y continuo en la noche. Esto en la mayoría de los casos. Sin embargo, hay veces en que es casi imposible lograr que concilien el sueño por largos periodos y es entonces cuando las noches tienden a transformarse en una verdadera pesadilla.
“A los pocos meses de haber nacido, Catalina comenzó a tener serios problemas en las noches. No había caso de que se durmiera en la cuna y la única manera de calmarla era cuando la tomaba en brazos. Con el tiempo esto se transformó en algo habitual y el cansancio me empezó a pasar la cuenta. El pediatra me recomendó que, a la hora de acostarla, hiciera ciertos cambios en los hábitos y que dejara de tomarla en brazos cada vez que lloraba. En un principio me costó y pensé que no serviría de nada. Pero con los días las cosas fueron mejorando y al fi nal me dio excelentes resultados”, comenta Francisca.
La neuróloga infantil de CLC, Claudia Castiglioni, señala que todos los niños sanos - los que no tienen problemas serios de salud o trastornos neurológicos- tienen la capacidad de dormir bien. Esto es acostarse a una hora apropiada, dormirse en minutos y mantenerse así hasta la mañana siguiente. “Es normal despertar brevemente en la noche, pero estos despertares debieran durar segundos o escasos minutos y el niño tendría que ser capaz de volverse a dormir solo”, señala.
Por otra parte, la especialista comenta que muchas veces los niños con cólicos presentan difi cultades para mantener buenos ciclos de sueño y tienen despertares frecuentes, secundarios al dolor que ocasionan éstos. Al igual que los que padecen refl ujo gastroesofágico, que puede ser otra de las causas para no mantener un sueño nocturno adecuado.
Para la doctora Castiglioni, lo más importante es que los padres entiendan que la evolución y maduración normal del sueño en los niños comprende que se despierten escasos minutos durante la noche y que vuelvan a dormirse solos de manera natural. “Si en estos despertares lo sacamos de la cuna, lo mecemos, le damos una mamadera, lo cambiamos de cama o nos quedamos a dormir a su lado, sin querer vamos a ir introduciendo hábitos que los niños asociarán con estos despertares. De esta manera se van a acostumbrar y se va a perder la posibilidad de que se vuelvan a dormir solos y en forma espontánea”.
Para comenzar, se debe tener claro que hay que evitar permanecer por más tiempo del que indica el pediatra con mamaderas o alimentación durante la noche.
Tampoco hay que abrigarlos mucho para que no se acaloren al dormir y mantener siempre rutinas en relación a los horarios de sueño. Estos son algunos de los puntos fundamentales e iniciales que pueden ayudar en la creación de hábitos en los niños a la hora de conciliar el sueño. Buena suerte y buenas noches.
Tips para padres
Durante el día realice actividades junto a su bebé:
- Jueguen, canten, bailen. Esto lo ayudará a tener un mejor sueño durante la noche.
- Controle las siestas. Si duerme más de lo recomendado durante el día, es probable que no lo haga por la noche.
Antes de acostarlo realice una rutina para relajarlo:
- Luces bajas, música tranquila, un rico baño con agua caliente.
- Acuéstelo en su cuna y acompáñelo hablándole o contándole un cuento.
- Si se despierta durante la noche, realice movimientos suaves, hable despacio y no prenda las luces. Esto ayudará a que el niño entienda que es hora de dormir y no de jugar.
Con la colaboración del Departamento de Neurología Infantil de CLC Claudia Castiglioni.