El volumen de orina es un signo de la cantidad de leche que están tomando los recién nacidos.
¿Cómo sé que mi hijo no queda con hambre
después de mamar? Esta es una de las preguntas que más se repite en la consulta de los pediatras, sobre todo cuando se trata de
padres y madres que lo son por primera vez.
El
doctor Hernán Villalón, neonatólogo de Clínica Las Condes, te entrega algunas señales que te pueden indicar si tu guagua queda o no con hambre después de amamantar.
“Cuando una guagua queda con hambre después de mamar, se nota inquieto, intranquilo y no se dormirá. En la etapa de recién nacidos, toman muy seguido, pero si quedara con hambre, lo hará saber. Por ejemplo, una guagua que se está alimentando bien, tiene un volumen de deposiciones frecuente y un alto volumen de orina también por lo que el pañal sale pesado, muy mojado y de orina clara”, señala.
En general, en estos
primeros días de vida, dice el especialista, a la madre se le indica una cierta cantidad de minutos de amamantamiento por lado, como una orientación, pero en la medida en que la guagua va creciendo la lactancia se hace más eficiente y necesitará menos tiempo para extraer la leche que necesita.
Una de las principales razones por las que un recién nacido puede quedar con hambre cuando está con
lactancia materna, es debido a un problema de técnica. “Entonces recomendamos ir a la
clínica de lactancia para que la matrona evalúe y entregue recomendaciones”, indica el doctor Villalón. La buena noticia es que en todo momento es posible recuperar la lactancia, incluso se puede re inducir lactancia en madres que han dejado de amamantar.
La mejor posición para dormir
Otra pregunta que también se repite en los primeros días tiene relación con la mejor posición para que tu hijo duerma.
“Hay estudios, en general, enfocados a tratar de disminuir la muerte súbita, que dicen que los niños
deben dormir de espalda, con la cabecera levantada, pero sin ningún tipo de almohada ni colchones que sean demasiado mullidos”, dice el doctor Villalón.
Por otra parte, agrega que “la cabecera se puede levantar por debajo del colchón o desde las patas de la cuna o moisés. Se debe evitar el exceso de abrigo y sacar de la cuna los peluches y pañales”.