Menor edad de gestación implica más riesgos. Por eso, se necesitan más cuidados. ¿En qué consiste?
Dentro de los
prematuros hay un grupo de pequeños que requiere de un cuidado especial porque su condición representa un mayor riesgo de salud. Se trata de los prematuros extremos.
El
doctor Stefan Hosiasson, neonatólogo de Clínica Las Condes, señala que se considera que un recién nacido es prematuro cuando nace antes de las 37 semanas. Entre las 38 y las 42, se considera un niño de término. Sin embargo, “no es lo mismo una guagua que nace a las 36 semanas que a las 26. Por otro lado, se estima que del
10% de niños que nace prematuro, alrededor del 1% son prematuros extremos.”, dice el especialista.
Así, se consideran como prematuros extremos a los niños que nacen de menos de 32 semanas de gestación, o que al nacer pesen menos de 1.500 gramos.
Entre las 26 y las 28 semanas el riesgo es mayor que a las 32 y entre las 24 y las 26, más aún. Los niños que son prematuros, explica el doctor Hosiasson, pueden tener varias complicaciones en el corto y en el largo plazo, porque la mayor parte de sus órganos estaban inmaduros al momento de nacer.
Los
pulmones ,
intestinos y cerebro son órganos que son más sensibles a este desarrollo incompleto. En el caso de los pulmones, en algunas oportunidades es necesario recurrir al apoyo de ventilación mecánica, tienen más tendencia a los
trastornos respiratorios , sobre todo cuando son más pequeños. Es por esta razón que cuando recién llegan a casa se recomienda restringir las visitas, sobre todo en invierno que es cuando aumenta la circulación de virus respiratorios.
El derrame cerebral, se cuenta entre los riesgos, por la fragilidad de los vasos sanguíneos. Por otro lado, en los primeros días de nacido, los prematuros
no puede recibir leche porque el reflejo de succión aparece recién a las 34 semana, por lo que son alimentados con una sonda naso gástrica. También es frecuente que tengan
reflujo gastroesofágico en los primeros meses.
El sentido de la
visión y la audición , también deben tener un seguimiento para verificar que la retina se esté formando bien y para descartar problema de hipoacusia que son relativamente recurrentes en los prematuros, sobre todo en los prematuros extremos.