Durante las vacaciones existen distintas oportunidades para que los menores busquen como entretención el ejercicio y la recreación, pero ¿cómo mantenerlos durante todo el año? Conoce los beneficios de una vida en movimiento.
El deporte y la vida al aire libre son factores determinantes para mantener una vida sana. Sin embargo, los números no nos acompañan. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de un estudio basado en datos facilitados por casi un millón y medio de jóvenes entre 11 y 17 años de 146 países, concluyó que “más del 80% de los adolescentes en edad escolar de todo el mundo -específicamente el 85% de las niñas y el 78% de los niños- no llega al nivel mínimo recomendado de una hora de actividad física al día”.
El resultado es más alarmante, ya que se estima que 90% de los chilenos es sedentario, lo que nos convierte en uno de los países más inactivos del mundo.
Si bien, la recomendación es de actividad física
60 minutos al día, los expertos señalan que, si el tiempo es mayor, mayores son también los beneficios, especialmente si se combinan:
- Ejercicios aeróbicos: correr, saltar o nadar rápidamente.
- Fortalecimiento muscular y óseo. trepar árboles, flexiones de brazos, saltar, entre otros.
“Lamentablemente, hoy en día, para niños y jóvenes, el descanso muchas veces es sinónimo de
televisión, video juegos o celulares y frente a ello existen cifras preocupantes. Por eso, la recomendación es que el uso de pantallas sea menor a dos horas al día”, comenta la
doctora Ximena Raimann,
nutrióloga infantil de Clínica Las Condes.
Las ganancias que obtienen niños y jóvenes al llevar una vida activa son enormes y tienen una clara incidencia en la salud de su futura adultez, reduciendo el riesgo de padecer
enfermedades crónicas y de mortalidad.
Beneficios del ejercicio
Según la doctora Raimann, los beneficios no sólo son efectos físicos, sino que además el ejercicio facilita:
- Mayor desarrollo cognitivo.
- Ayuda a la sociabilización.
- Fomenta la autoconfianza, la interacción social y la integración.
Jóvenes inactivos
En el caso de los
niños y jóvenes más sedentarios, se recomienda comenzar a hacer ejercicios progresivamente para alcanzar los objetivos esperados, siempre teniendo en cuenta que cualquier actividad física o tipo de ejercicio, por muy suave que parezca, va a significar un gran aporte a su salud física y mental. Todo suma.
“Lo importante es
comenzar a aumentar gradualmente la duración del ejercicio, la frecuencia y la intensidad. Al inicio es un logro el aumento de la actividad física cotidiana”, explica la doctora Raimann.
Sin embargo, lo mínimo para obtener beneficios reales para la salud son
30 minutos de ejercicio físico aeróbico al menos tres veces a la semana, los que pueden ser continuos o en intervalos de diez minutos durante el día. Se debe lograr una
respiración agitada, sin llegar a la fatiga, que se traduzca en un 60 y 80% de la máxima capacidad física individual.
En estos casos, es recomendable realizar una
evaluación médica previa, tanto
cardiovascular como del aparato locomotor, y de esa forma descartar si existe predisposición a un problema cardíaco o a posibles lesiones.
Se sostiene que una persona sedentaria o de poca actividad demora aproximadamente seis meses en tomar un ritmo más activo, por lo que este proceso no debiera durar menos de un año. Es muy importante que el tipo de ejercicio elegido sea atractivo y entretenido y que genere un alto grado de motivación, ya que de lo contrario existe el riesgo de abandonar en el corto plazo.
¿Cuándo hay problemas para hacer ejercicio?
Por lo general atribuimos a los adultos la posibilidad de presentar problemas al corazón que causen
arritmias, desmayos, o, más grave aún, la
muerte mientras practican algún deporte. Sin embargo, y aunque de muy baja frecuencia, esto también ocurre en jóvenes deportistas, lo que no deja de sorprendernos.
Buscando las causas, el 80% de quienes sufren estas situaciones padecen
enfermedades cardiovasculares congénitas o adquiridas sin su conocimiento. El 20% restante se debe a enfermedades subyacentes,
traumas severos, crisis asmáticas, pérdidas de conciencia, fatigas por exceso de calor y situaciones extremas y fatales como un
pelotazo en el pecho.
Otro tipo de factores que pueden desencadenar una
muerte súbita en jóvenes son:
- Resfrío común mal cuidado.
- Problemas de hidratación o de nutrición.
- Factores climáticos (esmog o temperaturas excesiva- mente altas).
- Consumo de estimulantes, bebidas energéticas o suplementos con sustancias como efedra y otras, así como estimulantes farmacológicos como los antigripales.
- Uso de drogas sociales como cocaína.
Beneficios de la actividad física
- Mejora la capacidad cardiorrespiratoria y muscular.
- Favorece el desarrollo de un aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) sano.
- Evita la osteoporosis en zonas como talón, huesos del pie, tobillos, caderas y columna.
- Mejora la salud cardiometabólica, reduciendo el riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardiaca.
- Mejora la tolerancia a los carbohidratos, por lo tanto, disminuye el riesgo de padecer diabetes, posterga su aparición o favorece el control de quienes la padecen. -Mejora los índices de colesterol y reduce los triglicéridos.
- Disminuye la presión arterial.
- Favorece la digestión.
- Disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon y de mama.
- Favorece un peso corporal adecuado.
- Contribuye a bajar los niveles de ansiedad y estrés, favoreciendo entre otros el dejar de fumar.