Organización Mundial de la Salud la reconoció como un trastorno de salud mental que pueda afectar a niños y adultos.
En diciembre del año pasado el responsable del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud, Vladimir Poznyak ya había anunciado que a la lista mundial de enfermedades (IDC, por sus siglas en inglés) pronto se sumaría la
adicción a los videojuegos como parte de los
trastornos del juego. ¿La razón? El abuso de este tipo de entretención puede tener consecuencias graves para la salud.
Por esta razón, a mediados de junio, esta actualización se hizo realidad y se reconoció que los videojuegos pueden causar una adicción, y que sí se trata de una enfermedad.
Como explica
el doctor Cristóbal Castillo, psiquiatra infanto –juvenil de Clínica Las Condes, el diagnóstico de una enfermedad debe reunir una serie de características. “Se ha visto en los últimos años que los videojuegos tienen efecto en la vida de las personas, hay cambios cerebrales que los afecta y deterioran la vida de las personas”, dice.
Para tomar esta decisión, la OMS estudió durante más de 10 años reunido la opinión de especialistas en comportamiento y salud mental.
En la nueva lista de enfermedades se define la adicción a videojuegos y juegos digitales como "un patrón de comportamiento de juegos persistente o recurrente" que se vuelve tan extenso que "toma precedencia sobre otros intereses de la vida". La definición incluye a los juegos online y offline.
Los expertos señalan los videojuegos en los jóvenes los lleva a tener
cambios de conducta que afecta la relación con su familia, sus amigos, les repercute en el rendimiento escolar, modifica sus intereses, patrones de sueño, afecta su memora, su
desarrollo psicosocial y neurológico.
Entre los síntomas que definen este trastorno, la OMS menciona la incapacidad de la persona de controlar la frecuencia, duración e intensidad de las sesiones de juego, y también el deseo de seguir jugando a pesar de las consecuencias negativas.