Ofrecer un helado o una hamburguesa porque se portan bien, afecta su relación con la comida.
“Si te portas bien, podrás comer hamburguesas”, “si te sacas una buena nota te compraré papas fritas”, son ejemplos que premios que algunos padres suelen dar a sus hijos cuando hacen algo bien, lo que termina afectando su relación con la comida, dándole una connotación positiva a los
alimentos poco saludables, lo que pone en riesgo su salud.
La doctora
Paulina Balboa, nutrióloga infantil de Clínica Las Condes, explica que la comida abarca muchas cosas de la vida, “es una cosa social, compartimos en la mesa, contamos nuestras penas, se resuelven conflictos, es una instancia de comunicación”, indica. Pero enfatiza en que los padres no deberían premiar a los niños con comida.
“La comida es un derecho y un deber, es algo rico, que tienes que disfrutar, pero los premios deben ser otras cosas, ir al parque, ver una película, comprarle un libro, salir a andar en bicicleta, no incentivar a que me porté bien y ahora voy a comer”, dice.
Las comidas menos saludables se pueden dejar para ocasiones especiales, aunque incluso en esos momentos hay alternativas, como preparar brochetas de frutas, hamburguesas sin mayonesa, con un pan más liviano, como el pan pita. “Uno puede cambiar alimentos por otros
más saludables, puedes hacer cosas muy entretenidas”, asegura la nutrióloga, y recomienda opciones con quesillo, aceite de oliva, brochetas de jamón y tomate cherry, por ejemplo.
Tener
comida chatarra en casa no es bueno para nadie. “Es bueno es tener comida saludable, las papas fritas no se necesitan, sólo para ocasiones especiales”, dice.
“La idea no es restringir, es dejar de comer alimentos que hacen mal, pero no es comer nada más. La idea es cambiar por alimentos más saludables que en la noche en vez de hamburguesa con papas fritas, comer la misma hamburguesa, pero con ensalada y un poco de arroz o fideos. La idea no es que ellos saquen una comida, sino que la cambien por alimentos más saludables”, sostiene.