Alimentación es clave para una buena salud futura.
El inicio de la
pubertad en las niñas ocurre generalmente después de los 8 años. En este tiempo la dieta de las menores, especialmente calcio, es fundamental para la salud que tendrán ya de mayores.
La
doctora María Isabel Hernández,
endocrinóloga infantil Departamento de Pediatría de Clínica Las Condes, explica que “la pubertad es el período más importante para que los huesos se pongan firmes”, momento en el que, entre varios factores, los estrógenos tienen un importante rol ya que esta hormona ayuda en la incorporación del calcio a los huesos.
Para que los estrógenos puedan hacer su trabajo, primero debe existir el
calcio dentro de la dieta que consumen las niñas. “El calcio proviene principalmente de los
lácteos. Existen tendencias que dicen que no es necesario que los niños tomen leche. Lamentablemente eso no es así. El calcio de los lácteos no lo contiene ningún otro alimento. Tendríamos que consumir un kilo de almendras al día o seis tazas de brócoli”, indica la especialista.
Durante la pubertad, las niñas requieren 1.200 miligramos de calcio, que es lo que contienen aproximadamente tres lácteos diarios, dice la endocrinóloga.
Junto con la dieta, el ejercicio que realicen también ayudará en la salud de sus huesos. “Los
ejercicios contra resistencia, como los saltos, permiten que los huesos se pongan más firmes”, indica la doctora Hernández.
Por último, también se requiere tener buenos niveles de
vitamina D, dice la endocrinóloga, un nutriente que favorece la absorción de calcio. Cuando la vitamina D está en la cantidad adecuada, se evita la osteopenia, osteoporosis, y fracturas. Incluso fortalece los músculos.
Desde los alimentos, es difícil obtener vitamina D, pero el sol puede ser un buen aliado. Solo se requiere una breve exposición (de 5 a 15 minutos) en un horario que sea antes de las 11 de la mañana y después de las 5 de la tarde para que el organismo pueda sintetizar esta vitamina.