“Los cólicos clásicos se manifiestan con llantos que aparecen en forma brusca, generalmente, entre las siete de la tarde y las once de la noche. Suelen comenzar después de la segunda semana de vida y desaparecer espontáneamente cerca de los cuatro meses”, dice el pediatra neonatólogo de CLC, Juan José Escobar.
Afectan a entre 10% y 20% de los recién nacidos.
Recomendaciones
- Los masajes y la estimulación de la zona alrededor del ano con una mota de algodón con agua tibia en cada muda, pueden prevenir o disminuir los cólicos.
- Se debe evitar que la guagua trague aire al alimentarse y hay que sacarle bien los gases antes y después de tomar leche.
- No hay que confundir los cólicos con hambre: si bien en un primer momento la guagua se tranquiliza al alimentarse, la sobrecarga de leche en el estómago hace que la molestia aumente.
- La madre que amamanta no debe eliminar de su dieta todos los alimentos conocidos como flatulentos, sino sólo aquellos que a ella le producen malestar. Además, debe observar si su hijo sufre molestias cuando ella ingiere alimentos nuevos ricos en proteínas.
- Los medicamentos sólo alivian los síntomas y deben ser usados por indicación del pediatra.