Pandemia y salud mental de niñas, niños y adolescentes.
04 de marzo, 2022
·Tratamiento y Recuperación
La pandemia a su vez vino a ser un gatillante de muchas otras condiciones o evidenció algunos síntomas o rasgos que estaban encubiertos. Conoce más en la siguiente nota de los efectos en la salud mental.
Ya desde antes de la pandemia los problemas de salud mental de los adolescentes venían siendo visibilizados con preocupación porque, por ejemplo, una de las principales causas de muerte en los adolescentes era el suicidio.
“El encierro, el confinamiento exacerbó esta sintomatología que a veces pasaba desapercibida y, por otro lado, en la población infanto-juvenil los padres también pudieron estar más en observación constante, apreciando mejor lo que les estaba pasando”, comenta la
Christianne Ellwanger, Psicóloga de Clínica Las Condes.
El contacto humano sigue siendo muy relevante en los niños y jóvenes
En el caso de los niños y niñas, desde que van creciendo son personas que necesitan de un contacto con un otro en cada uno los hitos del desarrollo, en todas las funciones motoras del lenguaje y de control de esfínteres.
Vivir este encierro constantemente con adultos, sin sus pares, experimentar emociones que probablemente antes no habían sentido, y el aprendizaje para resolver conflictos de manera natural fuera diferente, hizo de esta experiencia algo incomparable y complejo.
El bienestar mental en los niños y adolescentes tuvo un gran impacto debido al uso de pantallas durante la pandemia
La alta exposición a videojuegos, celulares, tablets y televisión tuvo un impacto negativo en la salud mental de niños y adolescentes, sobre todo porque se están criando niños inactivos físicamente.
Las asociaciones perjudiciales comenzaron cuando la exposición a la pantalla excedió una hora al día, explica la especialista. Al mismo tiempo, y sin volverlos factores codependientes, mostró que la satisfacción con la vida es mayor en quienes realizan actividad física. Por tanto, una combinación de ambos -menos pantallas y más movimiento- es altamente recomendable para bajar los niveles de molestias psicosomáticas.
La inactividad física en niños y adolescentes es un problema anterior a la pandemia. Se profundizó ahora, porque padres y cuidadores no tuvieron muchas más opciones que aumentar sus tiempos de pantalla.
¿Qué puede pasar con el regreso a clases presencial?
“Esta situación debería estabilizarse ahora, si es que no sucede que vuelva nuevamente el confinamiento”, nos dice la doctora.
Esto es clave ya que, durante todo este tiempo de pandemia, fueron creciendo en un ambiente con modelos paternos con muchos conflictos y que muchas veces no ayudaba para su desarrollo.
Por eso, para muchos contextos, el colegio, el establecimiento educacional, es un factor protector, donde se establecen ciertas reglas, se tiene un horario, se tiene una rutina y se vuelven a reencontrar son sus pares.