Claves para un 7
Los escolares ya están en las últimas pruebas, tareas y estudio. ¿Cómo ayudarlos a aprovechar al máximo el colegio?
1. Rutina. Establece un orden que ayude a tu hijo a organizarse: mantener horarios de comidas, aseo, descanso y otras actividades.
2. Pequeño descanso. Es conveniente dejar un período de tiempo libre entre la llegada del colegio y la hora de estudio. Puede comer algo, cambiarse el uniforme y descansar un rato.
3. Preparación. El niño debe reunir cuadernos, libros y útiles necesarios para la actividad de ese día y así evitar pararse o hacer interrupciones innecesarias porque se le olvidó la goma o el libro.
4. Lugar adecuado de estudio. La televisión nos condiciona a una actitud pasiva o relajada; la cama, al sueño. Es preferible estudiar siempre en el mismo lugar: una mesa o un escritorio con espacio para los útiles, y lejos del movimiento de personas en la casa, ruidos o interrupciones como el teléfono. En el caso de que haya algún evento especial, como una visita al médico, se debe explicar al niño y reprogramar el horario.
5. Tiempo de estudio. Depende de la edad del niño. Mientras los mayores de 12 años pueden mantener la atención en una tarea entre 45 minutos y una hora, los más pequeños la irán aumentando desde los 15-20 minutos en forma progresiva. Se le puede permitir tomar un breve descanso, como una forma de recompensarlo por finalizar una sección de la tarea. Establece un horario semanal de tareas que el niño pueda seguir. Haz de este momento una situación grata, ojalá exenta de peleas y conflictos.
6. Repasar la materia. Anima a tu hijo a estar atento en clase, tomar buenos apuntes y repasar cada día en la casa lo que aprendió esa jornada en el colegio. Esto ayuda mucho, pues se trata de un repaso breve, con la materia fresca, que permite detectar y consultar dudas a tiempo, hilvanar la materia que sigue en forma adecuada y estar más preparado para estudiar cuando hay una prueba.
7. Guía de los padres.
- Interésate por la tarea que su hijo lleva a la casa.
- Ojalá siempre estés disponible y cerca de los más chicos (1º y 2º básico).
- Ofrece ayuda y orientación después que el niño ha hecho un esfuerzo por solucionar el problema.
- No le hagas la tarea ni parte de ella. Puedes hacer sólo pequeñas correcciones, pues el objetivo es el aprendizaje y el desarrollo de esfuerzo y autonomía por parte del niño.
- Anima a tu hijo a esforzarse, orientándolo con preguntas dirigidas a que descubra la solución. Puedes explicar la actividad con un ejemplo, cerciorarse de que comprendió, y entonces dejarlo solo en su escritorio.
- Controla la calidad de la tarea y que esté completa.
- El momento de hacer las tareas debe ser visto como una instancia agradable, necesaria para reforzar la relación entre el niño y su creciente conocimiento sobre el mundo y la naturaleza.
- No debería ser visto como algo desagradable o un castigo. Debe tener el significado de un momento de disfrute.
- Cuando el niño es más grande y tiene tareas algo más extensas, se le puede enseñar cómo dividirla en pequeños pasos, para hacerla más manejable y menos agobiante.
- Anímalo y aliéntalo con palabras agradables y caricias, demostrándole su satisfacción por el esfuerzo y también por el trabajo bien hecho.
- Una vez cumplidos sus deberes, permítele hacer alguna otra actividad que le guste, como ver TV, salir a jugar con sus amigos, invitar a alguien, salir de compras u otras