Epicondilitis no sólo afecta a los tenistas
28 de septiembre, 2018
·Trauma Mano
Dolorosa condición afecta la parte externa del codo por la realización de movimientos repetitivos de la mano, muñeca o codo.
Conocido como codo de tenista, la epicondilitis es un dolor de intensidad variable en la cara lateral del codo, eventualmente asociado a debilidad en la fuerza de puño. En general, es causado por sobreuso, sobrecarga repetida, mala ergonomía de movimiento, golpe o una combinación de estos.
“Se ve más frecuentemente en deportistas con uso de implementos como raquetas o palos, pero también en el ámbito laboral por mala ergonomía en el puesto laboral, acumulación de estrés en la musculatura extensora de muñeca o por falta de pausas en tareas monótonas desde punto de vista mecánico”, señala el doctor Luis Schnapp, traumatólogo del Centro Médico Peñalolén y de Estoril de Clínica Las Condes.
Tratamiento para la epicondilitis
El tratamiento usual para el codo de tenista consiste en una descarga relativa del lado afectado, es decir, evitar el levantamiento de peso importante en forma repetida por un período variable, que va de 3 a 8 semanas, según la persistencia de síntomas.
“A esto se agrega kinesioterapia específica, frío local repetido en la zona de dolor, analgésicos y el uso de algún elemento ortésico como muñequeras o soportes epicondileos para asistir en la descarga de la musculatura extensora de muñeca”, señala el especialista.
Cercano al segundo o tercer mes de tratamiento conservador, eventualmente se adiciona infiltraciones de plasma rico en plaquetas u ondas de choque. “La inmensa mayoría de los pacientes se ha aliviado por completo al cabo de un año, haya tenido o no tratamiento dirigido, por tanto, el tratamiento está enfocado en obtener un alivio en un tiempo eficiente y evitando la probabilidad de recurrencia”, explica.
El tratamiento oportuno y eficaz usualmente es definitivo y evita las recurrencias. El traumatólogo indica que poder llevar a cabo las instrucciones de descarga relativa del lado afectado en una etapa cercana al inicio de los síntomas, junto a una adecuada kinesioterapia es el objetivo primario. A ello, se van agregando alternativas terapéuticas invasivas, que pueden llegar a la cirugía, “pero ninguna de estas reemplaza lo más relevante: una adecuada descarga del segmento y la remodelación de este tejido que lleva a la mejoría clínica del paciente”, enfatiza.