La Incontinencia Urinaria (IU) es la pérdida involuntaria de orina. Esta condición puede variar desde situaciones menores, como la pérdida ocasional y escasa de orina al toser, hasta casos más graves donde el paciente no logra llegar al baño a tiempo. Esta afección puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, pero con el tratamiento adecuado, se puede encontrar solución.
Desde el departamento de Urología de Clínica Las Condes explican que existen diversas infecciones urinarias: “El tipo más frecuente es la incontinencia de orina de esfuerzo (IOE), existiendo también
la incontinencia urinaria de urgencia (IUU) y la coexistencia de ambas (
Incontinencia urinaria mixta, IOM) con distintos niveles de predominancia sintomatológica. En términos generales, se considera que existe un subreporte de esta enfermedad, con bajas tasas de consulta por dificultades de acceso o por vergüenza y normalización de la IU, o por desconocimiento de los tratamientos existentes”.
Puede producir un gran impacto en la calidad de vida, con alta afectación emocional, reducción de la autoestima, alteración de las actividades laborales, de la vida social y de actividades de esparcimiento; además, genera aumento de los gastos en salud.
Población Afectada
Los especialistas agregan que “la incontinencia urinaria suele aumentar con la edad y afecta a un alto porcentaje de la población, llegando
a superar el 50% en mujeres mayores de 60 años. En la mujer, uno de los factores relacionados con el desarrollo de IU son los
antecedentes obstétricos (número de embarazos y partos, especialmente aquellos asociados a un mayor trauma del canal del parto como cuando el bebé es muy grande) y también deficiencias hormonales relacionadas con la
menopausia. En el hombre, más frecuentemente estará asociado a afeccciones prostáticas y edad avanzada”.
Recomendaciones para el cuidado urinario
Para finalizar, el equipo médico de CLC comparte los siguientes consejos que te ayudarán a prevenir la IU: “La obesidad es un factor de riesgo, por lo que la
actividad física regular es esencial para mantener un peso adecuado. Mantener una buena hidratación y consumir verduras y frutas para evitar la constipación crónica, no fumar y no retener la orina son prácticas que contribuyen a la salud urinaria. En casos más severos, la corrección quirúrgica, como la colocación de cintas de soporte o dispositivos antiincontinencia, puede ser considerada”.
La incontinencia urinaria no debe ser subestimada, y buscar atención médica es fundamental para
mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones asociadas.