Seguridad en el agua
Los niños se ahogan en piscinas, ríos, playas, escusados, tinas de baño y aún en pequeños recipientes con agua. Le bastan sólo 10 centímetros de profundidad para dejar de respirar.
En Chile, la asfixia por inmersión es una de las primeras causas de muerte en menores de 19 años. De los accidentados, la mitad fallece. La mayoría está en los rangos de edad de uno a cuatro, y de 15 a 19 años. De los casos que afectan a menores, la mitad sucede en la propia piscina, y el 70 por ciento estaba bajo supervisión de algún familiar cuando ocurrió el hecho. La mayor parte de estos accidentes sucede los fines de semana, después de almuerzo, cuando los adultos están en la sobremesa.
Tener siempre presente: Los niños se ahogan en silencio y generalmente al alcance de la mano.
Cuidados en los lactantes: (0 a 2 años)
- Los niños deben estar siempre acompañados por un adulto.
- Todo lo contenga agua debe estar siempre bien cerrado. Vacíalos después de su uso.
- Nunca dejes a un niño pequeño solo en el baño. Se puede ahogar en la tina o en el escusado.
- Mantén siempre la puerta del baño cerrada.
- Aprende las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Las posibilidades de sobrevida son infinitamente mejores.
Ten a mano los números de emergencia (ambulancia, bomberos).
Cuidados en preescolares: (2 a 6 años).
- No es recomendable tener piscina hasta que los niños tengan cinco años.
- Vigila atentamente a tus hijos en todo momento.
- Mantén los juguetes alejados del borde.
- Desinfla o vacía las piscinas plásticas luego de su uso.
- Enséñales a nadar desde los cuatro años; antes no confíes en su aprendizaje.
- Evita los "piqueros", por el alto riesgo de lesiones de la columna cervical.
- Las "alitas" no sirven como salvavidas.
Medidas de protección:
La mejor prevención es la vigilancia constante. Entre elementos como rejas, cobertores y alarmas, el más efectivo es el primero, pues reduce en cuatro veces el riesgo de accidentes. Es segura para niños de hasta tres años. Ésta debe separar completamente la piscina del resto de la casa; tener cuatro lados, sin incluir las eventuales paredes; tener al menos un metro 35 centímetros de alto y máximo diez centímetros entre los barrotes, y no debe tener puerta. Si la tiene, debe poseer un mecanismo de cierre y chapa automática, y que no esté a la altura del niño.