Llegan las últimas semanas del semestre y los escolares ya comienzan a mostrar los síntomas de agobio. ¿Qué pueden hacer los padres para apoyar a sus hijos?
Llegan los últimos meses del año y los escolares ya comienzan a mostrar los síntomas de agobio. Por eso, teniendo en cuenta que el estrés es una respuesta biológica de cualquier organismo, ¿qué pueden hacer los padres para apoyar a sus hijos?
Consejo 1
Estudiar todos los días, una hora al día, no más allá de las 7.00 o 7.30 de la tarde (antes de que oscurezca), porque después vienen la fatiga y el cansancio y, aunque estudien una hora, no van a aprender mucho, lo que sólo va a generar más frustración. Lo óptimo es que
después de volver del colegio, darles una colación rica, un recreo de media hora y luego que se pongan a estudiar.
Consejo 2
Actividad física que sea gratificante, no obligatoria, que les guste a los niños, como, por ejemplo, caminar o andar en bicicleta.
Consejo 3
Hábitos de estudios: deben aprender a estudiar bien y, en esos términos, lo ideal es acompañarlos en estos procesos, ya que los ayuda. Se debe reforzar la necesidad de que lean, subrayen y hagan esquemas para mejorar el entendimiento y la recordación.
Consejo 4
Ejercicios y técnicas de relajación:
a) La técnica de respiración profunda sirve mucho para enfrentar un desafío importante, como es una evaluación.
Se debe respirar profundamente 10 veces antes de comenzar una prueba, esto, con el fin de evitar los bloqueos mentales, ya que ayuda a oxigenar el cuerpo, a manejar la tensión, la concentración y a disminuir el estrés.
b) Relax segmentario, técnica que se puede practicar antes de acostarse y que
consiste en ir apretando y soltando cada grupo de músculos por separado. Por ejemplo, se debe respirar profundo, apretar los músculos de los pies, sostener un rato y luego relajar, y así sucesivamente hacia arriba.
Consejo 5
La cantidad de horas de sueño para los niños
no puede ser menor a ocho durante toda la etapa escolar (a menor edad se requiere más tiempo durmiendo (de ocho a 10 horas). Menos de eso genera agotamiento: no hay concentración ni atención y, por lo tanto, se genera nuevamente el estrés.
Consejo 6
Ayudarlos a la resolución de conflictos.
Consejo 7
El estrés está muy asociado a síntomas psicosomáticos que los padres, muchas veces, podrían desestimar, como, por ejemplo, frases como “no quiero ir al colegio, me duele la cabeza, me duele la guata”, que son síntomas psicosomáticos.
Cuando los niños tienen altos grados de estrés, hacen -y es real- dolores de estómago, cabeza, vómitos. Aunque pudiera parecer que es una manipulación, muchas veces ellos se enferman realmente, porque para los menores representa una amenaza ir al colegio.
Consejo 8
¿Cuándo hay que consultar con el especialista? Cuando el estrés comienza a causar sintomatología que no son capaces de manejar,
cuando comprometen el ánimo, el sueño y el apetito del niño o adolescente.
Consejo 9
Tratamiento:
lo primero es evaluar al paciente y ver por qué se está produciendo el estrés. En términos de psicoterapia se trabajan especialmente las habilidades y estrategias que no está teniendo el niño, y en psiquiatría, si la sintomatología es muy aguda y causa una alteración significativa en el día a día del menor, debe ser dada una farmacoterapia.
El estrés no es algo que aparezca de un minuto a otro, sino que es paulatino, por lo que hay que estar atentos a los siguientes síntomas:
- Disminución del rendimiento
- Falta de atención, concentración y motivación
- Irritabilidad, cambios de ánimo
- Dificultades con los compañeros y con los profesores
- Frases como “no quiero ir al colegio”, “no tengo ganas”, “estoy cansado”, “no quiero más”, “me duela la guata”, “me duele la cabeza”
Con la colaboración de la psicóloga Ana Vargas, del Centro de Adolescentes y Jóvenes de Clínica Las Condes.