Testimonio de una enfermera que superó el Cáncer de Mama
24 de agosto, 2018
·Tratamiento y Recuperación
En 2005 Claudia Clericus fue diagnosticada con cáncer de mama. Diez años después, nos contó su experiencia, desde el diagnóstico hasta su recuperación.
“Sí, tienes un Cáncer”
“En diciembre de 2005 noté un nódulo en la axila derecha, así que fui a ver a un cirujano de tórax” explicó Claudia Clericus, enfermera, casada y madre de tres hijos.
Después que el cirujano la examinó, derivó su caso los doctores de Clínica Las Condes, quienes le ordenaron realizarse una ecotomografía mamaria urgente. Sin embargo Claudia le respondió que no quería hacerse la biopsia estereotáxica (punción en la mama para certificar si el nódulo es benigno o maligno), sino ser operada lo antes posible.
“Los doctores hicieron el gesto de tomarme la mano y dijo: No te voy a mentir, te operaré el 5 de enero, y sí, tienes un cáncer”, contó Claudia. Su primer pensamiento fue “José Pablo tiene 8 años, qué hago. Tengo 3 niños, la Beatriz tenía 12 años y Manuel tenía 15. Eran chicos”.
La instrucción de la doctora Bravo fue que todas sus hermanas se hicieran el examen, mientras que Claudia Clericus prefirió no contar nada a sus seres queridos hasta que pasaron las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Finalmente resultó que su hermana Bárbara también presentó Cáncer de Mama. “El mío era receptor de hormonas, pero el de ella no.” explicó Claudia.
Cirugía y recuperación
A Claudia le hicieron una tumorectomía, que consiste en sacar sólo el tumor y los alrededores del tumor, no toda la mama. Su hermana Bárbara perdió ambas mamas.
“Verónica Roberts, psicooncóloga del Centro Clínico del Cáncer me enseñó que los problemas hay que solucionarlos paso a paso. Esta experiencia te hace reevaluar tus acciones, lo que tú eres, lo que quieres” narró la enfermera.
Ha pasado más de una década. Claudia comenzó haciéndose controles cada seis meses y actualmente lo agenda una vez al año.
También tomó la precaución de hacerse un estudio genético, el cual salió negativo. “Esto no garantiza que mi hija no vaya a tener cáncer más adelante y ella es consciente del riesgo. Pero es una niña muy fuerte”, concluyó.