Enfermedad cerebrovascular: vasos sanguíneos del cerebro comprometidos
07 de febrero, 2019
·Tratamiento y Recuperación
Por oclusión o hemorragia, son varias las condiciones que pueden afectarlo. El cigarrillo puede gatillarlo.
El
doctor Cristián Ibarra, broncopulmonar del
Centro Respiratorio y Cirugía de Tórax de Clínica Las Condes, explica que los vasos sanguíneos del cerebro se pueden afectar por el desarrollo de
aterosclerosis, inflamación, dilataciones aneurismáticas, malformaciones y varias otras condiciones.
“El proceso puede desarrollarse lejos del cerebro cuando, por ejemplo, un coágulo de sangre proveniente del corazón o de los grandes vasos del tórax o cuello, viaja y ocluye un vaso sanguíneo cerebral. También puede suceder porque la cantidad de sangre que llega al cerebro es inapropiada para mantener su actividad metabólica, por ejemplo, cuando baja mucho la presión arterial. En otras ocasiones, puede resultar de la ruptura de un vaso sanguíneo al espacio subaracnoideo o hacia el tejido dentro del cerebro”, señala el especialista.
Cuando se trata de la obstrucción de un vaso sanguíneo, se hablar de un
accidente cerebrovascular. “Este
evento isquémico se asocia a oclusión de un vaso cerebral por
trombosis, embolismo o baja perfusión cerebral”, dice el doctor Ibarra.
Si el vaso sanguíneo se rompió, se llama accidente cerebral hemorrágico y puede ser secundario a una hipertensión arterial mal controlada, a un traumatismo cerebral, trastornos de la coagulación o el uso de drogas ilícitas, como anfetaminas y cocaína.
El
consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar eventos isquémicos, incluso si fumas poca cantidad de cigarrillos. “El riesgo de desarrollar patología cardiovascular está presente aun fumando un número pequeño de cigarrillos. Fumar un cigarrillo al día está asociado a un 25% de aumento del riesgo de desarrollar accidente vascular isquémico”, señala el broncopulmonar.