Pacientes operados de cáncer de mama o cáncer ginecológico pueden sufrir este trastorno.
El
sistema linfático es parte del sistema inmune y es el encargado, entre otras cosas, de llevar
líquido desde los tejidos hacia el sistema circulatorio. Por distintas razones, este mecanismo de transportes falla y el líquido se comienza a acumular principalmente en las extremidades, provocando una hinchazón o edema que se conoce como
linfedema.
El
doctor Nicolás Pereira, cirujano plástico y reconstructivo de Clínica Las Condes, explica que dependiendo de la causa, el linfedema se clasifica en primario cuando se produce por anomalías en el desarrollo del sistema linfático, o secundario, cuando es consecuencia del daño de vasos linfáticos producto de un traumatismo, cáncer, cirugía o infección. Las zonas más comprometidas son las extremidades inferiores (90% de los casos), extremidades superiores (10%) y, en pocas ocasiones, los genitales (menos del 1%)
“Con mucha frecuencia, las pacientes con
cáncer de mama o ginecológico (
cérvico uterino o endometrio) presentan linfedema secundario al tratamiento quirúrgico en el cual se remueven o están afectados los ganglios”, dice este especialista.
En los casos en que se realiza la extracción de ganglios por cáncer de mama (vaciamiento o disección axilar) el linfedema se presenta en el 29-49% de las pacientes, mientras que si se realiza una biopsia de ganglio centinela la incidencia es del 5-7%. Cuando se trata de un cáncer ginecológico con disección ganglionar, hasta un 20% de los casos pueden presentar linfedema. Si, además, el o la paciente recibió radioterapia como parte del tratamiento, el riesgo aumenta.
¿Cuáles son los síntomas principales? “Los pacientes con linfedema presentan
edema o aumento de volumen (hinchazón), sensación de pesadez y adormecimiento de la(s) extremidad(es), lo cual puede estar asociado o no a episodios de infección a repetición (celulitis) que deterioran aún más la función linfática”, explica el doctor Pereira.
Para diagnosticar el linfedema, se pueden indicar distintos métodos diagnósticos como la
linfocintigrafía,
linfo-resonancia y la
linfografía con verde de indocianina. También se indican para evaluar el estado funcional del sistema linfático y así seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente.