Más de un abdomen marcado, es necesario uno firme.
Los
músculos abdominales juegan un rol fundamental en el período de la gestación. Estos músculos son los encargados de la estabilización del tronco.
María Fernanda Donoso, profesora de Educación Física del
Centro de Medicina del Deporte de Clínica Las Condes, explica que durante el embarazo, “la expansión abdominal interrumpe la función de estos músculos y conduce a un desequilibrio de esta región”. Esta es la principal razón por la que es necesario
fortalecer dicha musculatura antes del embarazo.
“El musculo transverso del abdomen contribuye directamente en el parto, espiración forzada y como estabilizador de la columna lumbar. Sus funciones aumentan y son muy importantes tanto durante el embarazo como en el postparto”, añade la especialista.
Cuando tienes una pared abdominal bien desarrollada (no es lo mismo que la musculatura de esta zona marcada), se beneficia la correcta posición de la guagua, lo que ayuda a una mejor salida durante el parto.
Por otro lado, “ayuda a disminuir los
dolores lumbares que suelen ir aumentando con las semanas de embarazo, principalmente en el tercer trimestre y disminuye las molestias post parto: una de ellas es la diástasis abdominal o separación de los músculos rectos del abdomen por rotura de las fibras que conectan estos tejidos”, enfatiza.
Fortalecer esta musculatura no sólo es posible, sino también necesario. “Antes del embarazo se pueden hacer ejercicios de fortalecimiento de la musculatura abdominal, por ejemplo, abdominales isométricos, planchas dinámicas, entre otras”, dice la profesora.
Durante el embarazo, se pueden hacer otros ejercicios como el denominado
puente de glúteos (recostada de espalda sobre una superficie plana y piernas flectadas, se eleva la pelvis), abdominales de contracción máximo 10 a 15 segundos, “sin hacer ningún movimiento lumbar” y en algunos casos, también planchas isométricas. “Todo va a depender de si la madre realizaba ejercicios antes del embarazo”, indica.
Otro aspecto importante: contar siempre estar con
supervisión de un profesional. ¿Por qué? “En cierto tipo de pacientes hay que evitar mantener la posición supina más de 10 min (acostado sobre la espalda) después del primer trimestre, ya que el peso del feto en crecimiento ejerce presión sobre la vena cava y puede generar una hipotensión en la madre”, explica María Fernanda Donoso.