Tratamientos de la rosácea: de la fotoprotección a la cirugía
18 de julio, 2017
·Tratamiento y Recuperación
Terapia debe ser permanente dice la especialista
La
rosácea es una condición inflamatoria crónica de la piel, en la cual se produce eritema o enrojecimiento de la cara, sobre todo en frente, mejillas, nariz o mentón.
“El
síntoma inicial es el enrojecimiento de las mejillas frente a situaciones que producen vasodilatación. En algunos pacientes éste se acompaña de sensación de ardor. Con el tiempo, comienzan a manifestarse pequeños vasos sanguíneos dilatados, llamados telangiectasias. En algunos casos más severos se pueden presentar pápulas y pústulas en las mejillas y un crecimiento anormal de la piel de la nariz, llamado rinofima”, indica la
doctora María Luisa Sáenz de Santa María,
dermatóloga de Clínica Las Condes.
En otras oportunidades, la rosácea también puede generar un enrojecimiento ocular, condición conocida como rosácea ocular.
“La rosácea puede resultar un verdadero problema en la vida de muchas personas, afectando de forma considerable la confianza y autoestima”
— Dra. María Luisa Sáenz de Santa María
Dependiendo del cuadro que presente cada paciente, hay distintas alternativas de tratamiento, pero lo más importante es que éste debe realizarse de manera permanente. “Se deben evitar los factores gatillantes, usando en forma diaria una adecuada fotoprotección y utilizando en casos especiales, algunos medicamentos tópicos que disminuyan la inflamación. Cuando se trata de casos más severos con pústulas, es necesario el uso de antibióticos orales, los cuales deben ser indicados por su dermatólogo.
“Con el
tratamiento láser se pueden conseguir excelentes resultados en la reducción del enrojecimiento y desaparición de las telangiectasias o arañitas vasculares” dice la doctora Sáenz de Santa María.
Para estos procedimientos se utilizan
equipos de alta tecnología. En Clínica Las Condes, contamos con el
láser decolorante pulsado (Candela) e IPL o luz pulsada (Harmony). Existe también tratamiento quirúrgico para los casos severos de hipertrofia del tejido nasal conocidos como rinofima”, indica la dermatóloga.