Orden en las comidas y el ejercicio son la clave a la hora de prevenir bajas de azúcar.
Entre los pacientes diabéticos lo más frecuente es que los niveles de azúcar en la sangre (
glicemia) estén un poco elevados, es decir una
hiperglicemia. Cuando esto ocurre, se debe cuidar la alimentación, tanto en cantidad, calidad y horario de las comidas, el ejercicio físico y, en algunas ocasiones, también se requiere un ajuste de los medicamentos para evitar que la
cantidad de azúcar (glucosa) permanezca alta.
Si este equilibrio entre alimentación, ejercicio y medicamentos se rompe, se puede producir una hipoglicemia, es decir, una baja en los niveles glucosa en la sangre que pueden ser peligrosos.
Según explica el
doctor Verner Codoceo, diabetólogo de Clínica Las Condes, son varios los síntomas que se pueden producir cuando los niveles de azúcar bajan y afectan principalmente a órganos como el cerebro y el corazón.
“Generalmente, se manifiesta con
apetito, cansancio o debilidad, visión doble o borrosa,
latidos cardíacos rápidos o fuertes, sudoración, irritabilidad o agresividad, estado de
nerviosismo, dolor de cabeza, estremecimiento o temblores, dificultad para dormir, hormigueo o entumecimiento de la piel, sueño intranquilo y pensamiento confuso”, explica el especialista.
¿Cómo se puede prevenir?
“Es fundamental entender la
necesidad de ser ordenado, comer la cantidad de azucares en cantidad adecuada y considerar el ejercicio realizado como parte del gasto de las azucares ingeridas ayuda a mantener la glicemia normal”, indica el diabetólogo.
Las hipoglicemias tienen un riesgo a corto y largo plazo. El
doctor Codoceo señala que, a corto plazo, “existe la posibilidad de quedar con secuelas neurológicas de diferente cuantía, llegando al extremo de quedar en estado vegetativo o muerte si la baja de azúcar no es atendida prontamente”.
Cabe mencionar que, con el tiempo, episodios repetidos de hipoglicemias se van acumulando y los deterioros leves se hacen evidentes con los años.