A continuación, conoce cuáles son sus causas, tipos y cuándo es necesario consultar con el especialista.
Perder cabello es un proceso normal del organismo y muchas veces no nos damos cuenta de que ocurre porque va creciendo nuevamente. De hecho, todos los días perdemos entre 50 y 100
cabellos. No obstante, si se produce una
pérdida excesiva de este y no hay regeneración, se debe consultar al
dermatólogo para analizar cuál es la causa y si es un caso de alopecia.
“La
alopecia es la
pérdida anormal del cabello, por lo que el término se considera un sinónimo de
calvicie. Puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, como las
pestañas,
axilas,
región genital y
barba”, explica el equipo de
dermatología de CLC.
Sus principales
causas son: la herencia
genética, una dieta carente de
nutrientes,
problemas de tiroides,
déficit de hierro,
infecciones,
estrés,
anemia o un
exceso de tratamientos cosméticos -por ejemplo, tintes de cabello-. Por otro lado, los efectos de
algunos medicamentos o tratamientos como la quimioterapia o la exposición a la radiación también pueden provocarla.
Factores de riesgo
- Antecedentes familiares de calvicie por parte de tu madre o tu padre.
- Edad.
- Pérdida de peso significativa.
- Algunas afecciones médicas, como la diabetes y el lupus.
- Estrés.
- Mala nutrición.
Tipos de alopecia
La
alopecia se puede clasificar en dos grupos, las alopecias cicatriciales y alopecias no cicatriciales.
En el caso de las
alopecias cicatriciales, suelen ser
irreversibles porque existe un
daño, malformación o ruptura total de la estructura folicular. Se clasifican en infecciosas, por agentes físico-químicos, tumorales o por dermatosis.
Por otro lado, las
alopecias no cicatriciales son
potencialmente reversibles, debido a que, aunque el folículo piloso presenta alteraciones, no está dañado por completo y puede recuperarse con un tratamiento adecuado. La
alopecia no cicatricial, puede dividirse en
diferentes tipos, entre los que se encuentran:
Alopecia androgénica o calvicie común: Es la forma más frecuente y responsable del
95% de los casos. Afecta principalmente a hombres. Es
causado principalmente por factores genéticos y hormonales. Se caracteriza por sus patrones de afectación, que varían entre hombres y mujeres. En el patrón masculino se identifica con la
pérdida de pelo localizada, principalmente en las zonas frontal y parietal, lo que se conoce habitualmente como “entradas”, con afectación más tardía de la región del vértex o coronilla. En el patrón femenino, la pérdida de cabello es difusa, no se producen zonas de calvicie total.
Alopecia areata: Aunque su causa no está claramente definida,
puede desencadenarse por situaciones de estrés, y en otras ocasiones puede haber un trasfondo autoinmune. Se caracteriza por ocasionar
parches redondos que pueden aparecer en sobre el cuero cabelludo, la barba o las cejas. Los folículos pilosos no quedan destruidos con esta enfermedad, por lo que el pelo puede volver a crecer, pero pueden haber recaídas y pérdida de cabello en la misma zona afectada.
Alopecia difusa o efluvio telógeno: Consiste en una
pérdida de cabello más o menos intensa, aguda o crónica, pero reversible y no localizada en una determinada porción del cuero cabelludo. La pérdida de cabello tiene lugar entre 2 y 4 meses después del factor desencadenante y puede producirse por diversas causas, por ejemplo, tras el
parto,
malnutrición,
enfermedades graves, procesos febriles, estrés o pérdidas importantes de peso.
Alopecia traumática: Son todas aquellas producidas por
traumatismos físicos como tracción, presión o
tricotilomanía -trastorno que se manifiesta por la acción recurrente de arrancarse el vello corporal-.
Diagnóstico y tratamiento
Si el paciente nota una
pérdida de cabello repentina, por
parches o que ha ido aumentando a lo largo de los meses, no crece nuevamente o es una preocupación estética, la recomendación es consultar a un dermatólogo. Los especialistas señalan: “
para el diagnóstico de la alopecia debe realizarse una minuciosa historia clínica. En ocasiones se pueden requerir diferentes exámenes orientados a detectar alguna alteración que justifique una caída aumentada de cabello y en casos excepcionales, y sobre todo en alopecias cicatriciales inflamatorias, se debe recurrir a
una biopsia del cuero cabelludo con su correspondiente
estudio histopatológico”.
Hay diferentes tratamientos para la caída del cabello que dependerán de su tipo, según comentan los expertos: “en las alopecias genéticas de hombres y mujeres los
tratamientos son a largo plazo vía oral y tópica, las de efluvio telógeno se debe estudiar su causa y en general se revierte en plazos más cortos. Por último, en aquellas relacionadas al déficit de nutrientes, que son menos frecuentes, se añaden
suplementos”.
Consejos para prevenir la pérdida de cabello
- Lavar pelo con champús suaves.
- No someterlos a tratamientos químicos, alisados ni calor directo.
- No traccionarlo con peinados tirantes, ni traumatizar la zona.
- Evitar “tironear” el cabello mientras en el peinado o cepillado.
- Tener dieta balanceada con frutas y verduras.