Influencia de la obesidad y la diabetes en el hígado graso
21 de febrero, 2019
·Tratamiento y Recuperación
Se estima que el 30% de la población en Chile tendría hígado graso no alcohólico.
El
hígado graso no alcohólico (HGNA) está en alza en el mundo, detrás de lo que está el aumento de la obesidad y diabetes. Las grasas saturadas, azúcares y carbohidratos refinados son los factores que más contribuyen, hoy muy presentes en la dieta de los chilenos, 30% de los cuales -se estima- tienen la condición.
"Si bien, las causas son multifactoriales, se sabe que la
resistencia a la insulina, además de una dieta rica en grasas saturadas, carbohidratos (papas, arroz, pan, masas) y azúcares refinadas como la fructosa, aumentan la circulación de ácidos grasos libres que se acumulan como triglicéridos en el hígado, a lo que se suma un proceso inflamatorio de base", señala la doctora
Leyla Nazal, hepatóloga de la Clínica Las Condes.
“En sus etapas iniciales no da síntomas, por lo que, si tienes riesgos, es bueno consultar al médico. Si el cuadro se detecta a tiempo es reversible”, indica la especialista.
Actualmente no existe un tratamiento farmacológico para el hígado graso, indica, "por eso el manejo de los factores de riesgo es clave”. Ello pasa por:
- Manejar la insulinorresistencia.
- Bajar de peso.
- Llevar una dieta baja en grasas saturadas, carbohidratos y azúcares refinados.
- Hacer ejercicio regular, idealmente aeróbico. Algunas ideas son caminata y trote durante al menos 30 a 60 minutos, tres a cinco veces por semana.
Quienes tienen
hígado graso deben evitar situaciones que pongan en aún más riesgo su hígado. "Por eso, se les aconseja vacunarse contra la hepatitis A y B, evitar fármacos que no sean indispensables porque la mayoría se metaboliza en el hígado y evitar el consumo de alcohol", dice.
Los pacientes diabéticos deben agregar, además de sus exámenes de rutina, exámenes hepáticos.