La edad no es lo único que influye en la falta de memoria en la tercera edad.
Hay transformaciones que son normales con el
envejecimiento, pues el organismo cambia con la edad, no obstante hay cambios como el
déficit de memoria que en la tercera edad no necesariamente están relacionados con ello.
“Al adulto mayor hay que educarlo acerca de los cambios que son normales con el proceso de envejecimiento”, señala la doctora
Adela Herrera Jefa del Servicio de Geriatría de la Clínica Las Conde.
Trastornos de memoria
Existen trastornos adquiridos que van produciendo alteración de memoria permanente y persistente que, al alterar todas las
capacidades de la corteza cerebral, producen una alteración funcional que impide desarrollarnos en nuestro medio social y laboral, como el
Alzheimer.
Pero hay otras
demencias secundarias en las que se puede hacer prevención y que están relacionadas con enfermedades secundarias, factores nutricionales, el alcoholismo, déficit de
vitamina B12,
hipotiroidismo, entre otros, que son reversibles. Incluso algunas
enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis y el sida pueden manifestarse con
déficit de memoria, por lo que siempre es necesario consultar a un especialista, sobre todo cuando la pérdida de memoria altera la vida diaria, se olvida del nombre de personas cercanas, tiene problemas para vestirse, con las fechas, etc., señala la doctora Herrera.
“Menos del 4% de los chilenos son analfabetos, pero en los adultos mayores eso sube de 13% a 15%, y los médicos no es que estemos desensibilizados, sino que tenemos que educarnos en síntomas, en dar el tiempo necesario y realizar una atención integral”, dice la especialista.
La geriatra sostiene que una
falencia del sistema público es que se les otorga poco tiempo a los pacientes, lo que juega en contra, sobre todo en los adultos mayores, pero además falta la posibilidad de hacer exámenes específicos rápidos de vitamina B12, por ejemplo, porque hay largas listas de espera. “Si llegáramos antes tendríamos agilizado el tratamiento, para un diagnóstico precoz”, sostiene.
Como consejo, señala que los adultos mayores deben anotar todo lo que vayan sintiendo para que sea más fácil contarlo en la consulta.