Cuando nada funciona es fundamental el abordaje multidisciplinario.
Todas las parejas pasan por períodos mejores que otros en el ámbito sexual. Las razones que pueden causarlo son múltiples y a veces puede influir el mismo hecho de ser una pareja estable, explica
Rodrigo Jarpa, doctor en sexualidad humana y psicólogo de Clínica Las Condes.
“Puede que -para muchos- uno de los principales enemigos del
deseo sexual, sea justamente la
pareja estable. Y es que paradójicamente, mucho de lo que encontramos en las relaciones estables –como cercanía, seguridad y compromiso, entre otros elementos–, puede terminar por ir
apagando el deseo”, dice el especialista.
Otros enemigos del deseo sexual en la pareja estable son el
estrés, problemas relacionales, problemas con los límites (parejas muy fusionadas o parejas muy separadas), el alcohol, tabaco, antidepresivos, ansiolíticos y otras drogas, la depresión, los hijos, falta de tiempo y/o espacios, una pobre imagen corporal, trastornos hormonales, mal manejo de las discrepancias en el deseo y/o gustos, ansiedad de rendimiento, creencias limitantes o disfuncionales, disfunciones sexuales y causas orgánicas.
“Cuando las soluciones intentadas por la persona o pareja no han sido efectivas, o cuando la frustración y los conflictos se hacen frecuentes, consultar con un especialista puede ser una excelente alternativa”, dice el psicólogo.
¿Cómo se trata la falta de deseo sexual?
“Es fundamental el abordaje multidisciplinario”, dice. “Yo lo hago fundamentalmente desde un modelo de
terapia breve centrado en soluciones. El cómo se trata depende de la particularidad de cada pareja, en este sentido la terapia y las intervenciones se adaptan a la pareja y no al contrario”, agrega.
La terapia se enfoca en las soluciones, en los recursos, en las fortalezas y en lo que funciona. “No profundizaremos en buscar explicaciones o en la pregunta del ¿por qué? y nos centraremos en buscar objetivos y soluciones a la medida de la persona o pareja que consulta”, dice.