Si el dolor se repite puede haber una patología o disfunción sexual detrás.
Cuando una
relación sexual es dolorosa siempre hay que consultar, señala la kinesióloga
Odette Freundlich, especialista del Programa de bienestar sexual de Clínica Las Condes. “No es normal
cuando hay dolor, de tal forma que deseo tener la relación sexual y no puedo, tengo terror, podría ser vaginismo”, sostiene.
El
vaginismo es una contracción involuntaria de la musculatura del tercio externo de la vagina frente al intento de penetración o el acercamiento del ginecólogo, lo que se produce debido a un temor anticipatorio al dolor. “Las mujeres piensan que les va a doler, como respuesta, lo que hacen es
apretar en forma involuntaria la vagina y esto impide que se pueda realizar la penetración. Es una disfunción que causa mucha frustración en la mujer, en la pareja, pero sí tiene solución”, indica la especialista.
Por tratarse de un problema físico y además
emocional y psicológico, debe ser tratado en forma multidisciplinaria, con psicólogo, ginecólogo y kinesiólogo. “No se resuelve solo, en general, las mujeres demoran cuatro años en consultar”, dice. El tratamiento mezcla sesiones de kinesiología y con sexólogo.
“Lo más importante es entender que nunca debe haber dolor durante la relación sexual, si duele una vez espontáneamente por cualquier cosa, no hay problema, pero el
dolor nunca debiera existir en las relaciones íntimas”, dice.
Además, la especialista agrega que tenemos que consultar y averiguar cuál es la causa del dolor, que puede ser debido a una inflamación, irritación, a una patología en la zona de la vulva, una cicatriz que está muy tensa o después del parto o falta de lubricación por juego previo insuficiente, o entrando a la
menopausia o climaterio. “Son muchas las causas por las que puede haber dolor, entonces tenemos que investigar y después de tener un buen diagnóstico, empezar con el tratamiento”, agrega.
No hay que temer a la primera vez, cuando puede existir dolor. “Tenemos que sacarnos este terror que le han metido a tantas mujeres en que la primera vez va a ser terrible, va a doler tremendamente, el himen se va a romper, van a haber charcos de sangre por todos lados. Eso muchas veces causa vaginismo, porque no queremos enfrentarnos a algo así. No tiene por qué ser una cosa dramática”, enfatiza.