La hepatitis es una condición caracterizada por la inflamación del hígado, que en la gran mayoría de los casos puede no ir acompañada de síntomas, pudiendo derivar en consecuencias de gravedad en algunas personas. Descubre por qué es importante conocer sobre esta enfermedad y su diagnóstico precoz.
Según datos de la OMS, cada 5 minutos alguien pierde la vida a causa de enfermedades relacionadas a la
hepatitis en América y el Caribe. Es por esta razón que se debe
concientizar sobre su
prevención y diagnóstico temprano ya que hay tipos de hepatitis que son totalmente
prevenibles y otros que pueden controlarse con un tratamiento adecuado antes de que se conviertan en afecciones graves o crónicas.
¿Qué es la hepatitis?
La hepatitis, en palabras simples, es una inflamación del hígado. El
hepatólogo y médico internista Dr. Máximo Cattaneo nos explica sus diferentes tipos y causas de esta enfermedad: “El origen puede variar desde los virus de hepatitis que se tabulan con las distintas letras A,B,C,D y E, hasta causas de origen autoinmune como así también, derivadas del consumo de alcohol o hígado graso”.
Tipos de hepatitis más frecuentes
En Chile y el mundo, sobre todo en la población adulta, los tipos de hepatitis predominantes son los tipos B y C. Estos tipos en específico son los causantes de enfermades crónicas del hígado y de los casos más graves que generan mayor
mortalidad.
“En rigor, en Chile hoy en día la principal causa de daño al hígado es el hígado graso y el consumo de alcohol. Pero el rol de las hepatitis virales sigue siendo también de predominancia, principalmente la hepatitis B y C en la población adulta”, agrega el Dr. Cattaneo.
Síntomas
Los síntomas variarán según el tipo de hepatitis que se presente. Además, el especialista nos indica que se debe tener en consideración que en algunos casos los síntomas son leves o pasan desapercibidos.
Entre los síntomas más recurrentes podemos encontrar:
- Malestar general.
- Astenia (fatiga).
- Náuseas.
- Vómitos.
- Dolor abdominal.
Y en cuadros agudos:
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel).
- Coluria (orina muy oscura).
- Deposiciones claras.
Formas de contagio
En el caso de
la hepatitis A y E el virus se transmite a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados.
En los tipos de
Hepatitis B y C se transmiten por contacto con la sangre de otra persona contaminada así como también a través de fluidos corporales, al compartir agujas -principalmente en el caso de la drogadicción endovenosa- o al tener relaciones sexuales sin protección.
Diagnóstico
El Dr. Cattaneo nos explica que en muchos casos al ser una enfermedad que no siempre tiene síntomas evidentes, muchas personas desconocen que la padecen.
“La hepatitis B y C son hoy en día epidemiológicamente de mayor complejidad, entendiendo que son las principales causas de mortalidad. En el caso de las hepatitis el estudio básicamente es serológico, es decir, con exámenes de laboratorio se puede hacer el diagnostico de este tipo de enfermedades. Paradójicamente, a pesar de su sencillo diagnóstico, de la totalidad de pacientes que existen a nivel mundial con hepatitis B o C, se estima que solo un 10 a un 20% conocen que lo padecen, es decir hay un porcentaje muy alto de pacientes que conviven con el virus, e incluso pueden contagiar y no lo saben”.
Prevención y tratamientos
Los tipos de hepatitis A y B se pueden
prevenir con vacunas, que son administradas en la infancia. En Chile, ambas vacunas están disponibles en el calendario de inmunización. Gracias a esto los contagios de hepatitis A en la población infantil han disminuido de forma considerable y consecuentemente los cuadros de gravedad por esta causa.
El tratamiento de la hepatitis variará según el tipo con el cuál se es diagnosticado y si su manifestación es aguda o crónica ya que en muchos casos se pueden resolver de forma espontánea.
En la actualidad podemos encontrar tratamientos específicos, que pueden ser o no farmacológicos para tratar cada enfermedad. “Las causas más frecuentes que mencionamos son hígado graso o, por ejemplo, enfermedades del hígado causadas por el consumo alcohol, obviamente están supeditados a cambios de las medidas higiénico-dietéticas, es decir, el paciente que tiene daño hepático por el alcohol debe suspenderlo y el paciente que tiene componente metabólico tiene que de alguna forma reacondicionar toda su alimentación y hábitos”, finaliza el hepatólogo.
La clave del manejo va a estar supeditada a la detección precoz para lograr un manejo temprano y evitar las complicaciones. Por lo mismo, ante la presencia de algún síntoma característico o duda es prudente consultar a un especialista