Preemergencias ambientales: síntomas a los que hay que poner atención
12 de junio, 2023
·Tratamiento y Recuperación
Durante el invierno comienzan los episodios de mala calidad del aire, llegando a niveles que pueden significar que se declare preemergencia o emergencia ambiental. Sin embargo, los efectos de la contaminación se pueden mitigar siguiendo una serie de recomendaciones.
Desde el equipo
Broncopulmonar de Clínica Las Condes, entregan algunos consejos ante premergencias ambientales:
- Evitar actividades donde las partículas en suspensión en aire sean más pequeñas a 2.5 ppm, información que se puede obtener de la web del Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire.
- Se desaconsejan las actividades al aire libre como trote o ciclismo, ya que estas partículas pueden provocar daño agudo por irritación de vías respiratorias generando tos u obstrucción bronquial.
Los especialistas indican que “los días de mayor
contaminación es necesario
suspender la actividad deportiva de los colegios. Los niños poseen epitelios respiratorios más susceptibles y un sistema inmune en desarrollo que puede ser más proclive a desencadenar crisis de hiperreactividad bronquial”.
Síntomas de alerta
- Tos seca o con secreciones bronquiales abundantes.
- Sensación de obstrucción bronquial: pecho apretado, silbido en el pecho.
- Cuadros respiratorios agudos que no cesan en un plazo de 10 días.
¿Cuándo visitar al médico?
Los doctores explican que “si hay síntomas de alerta debe realizarse una consulta médica, por ejemplo, cuando hay
fiebre de más de 72 horas de evolución. En el caso de contar con dispositivos para medir saturación de oxígeno esta debe ser superior a 90% en adultos y 95% en niños.
“Los
menores de 3 meses deben consultar ante la aparición de
fiebre de cualquier cuantía, dificultad para comer y somnolencia excesiva. Los
adultos mayores pueden además presentar compromiso de consciencia y a veces síntomas deliriosos como debut de cuadros graves”, agregan.
Posibles complicaciones de salud
Los médicos mencionan que “la exposición a partículas en suspensión ppm 10 (visibles) o ppm 2.5 (invisibles)
pueden provocar daño agudo sobre el epitelio respiratorio generando irritación, inflamación y síntomas ya mencionados, así como mayor predisposición a infección por agentes virales y bacterianos”.
“A largo plazo estas partículas se han relacionado a
mayor riesgo de cáncer,
enfermedades respiratorias crónicas y enfermedades cardiovasculares como infarto cardíaco y ateromatosis en distintos territorios vasculares”, puntualizan los especialistas.