Cada semana aparece una nueva dieta y algunas se vuelven muy populares, sin embargo, no todas son tan saludables, ni han sido científicamente probadas.
No hay una
dieta que sea la mejor, pues depende de los objetivos de quien la siga, pero sí es posible saber en cuáles han sido probados sus
beneficios. Y en esa lista hay muy pocas.
Un análisis realizado por el sitio especializado US News & World Report, que incluyó 38 dietas o programas de adelgazamiento, que fueron evaluadas durante seis meses por nutricionistas, cardiólogos y endocrinólogos, puso en los tres primeros lugares a las dietas
Dash, Mediterránea y Mind, que tienen una cosa en común: existen estudios científicos que demuestran su efectividad.
La
dieta Dash fue creada para personas que padecen de hipertensión arterial o prehipertensión, ya que propone consumir sólo 2,3 mg de sodio por día, además de
vegetales, frutas, granos, carnes magras y pescados, pero limita el consumo de grasas y dulces. Se ha comprobado que ayuda a perder peso, pero también previene enfermedades cardiovasculares.
En la misma línea está la
dieta Mediterránea, que se base en comer muchos vegetales, frutas, pescados, pero poca carne y pocos alimentos procesados, además de algo de vino (una o dos copas diarias). Según la doctora
Ada Cuevas, nutrióloga del Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas de Clínica Las Condes, ambas "cuentan con estudios científicos bien hechos, que avalan su seguridad y eficacia para prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, por ejemplo", dice.
Finalmente, la
dieta Mind o de la mente, que fue concebida para prevenir enfermedades neurológicas, como demencias y el alzhéimer. Este régimen sugiere el consumo de arándanos, aceite de oliva, nueces y verduras de hoja verde oscuro, además de pescados una o dos veces a la semana, pero restringe el consumo de alimentos como carnes rojas, mantequilla y margarina, quesos, dulces y pasteles, y productos fritos o procesados. "Su esencia es razonable: gente que consume una alimentación saludable tiene un menor declive cognitivo y se puede enlentecer el desarrollo de trastornos en esa área", dice la doctora Cuevas.