El trauma ocular se refiere a un traumatismo originado por elementos que hieren o penetran el globo ocular o sus estructuras periféricas, ocasionando daño o incluso la pérdida del ojo. ¿Qué hacer en caso de un golpe?
El traumatismo ocular es motivo de consulta ante un accidente, agresión física o deporte. Puede ser causado por un cuerpo extraño, hasta una herida penetrante que deje, como secuela, una discapacidad ocular.
“Ante un trauma ocular, hay que siempre realizar un examen oftalmológico exhaustivo, pues pueden existir lesiones graves sin pérdida inmediata de la visión”, explica el
doctor Alejandro Lutz, oftalmólogo de Clínica Las Condes.
Síntomas de un trauma ocular
Si bien, la recomendación es siempre consultar con un especialista, es importante estar atento a distintas señales, tales como:
- Cambio en la agudeza visual.
- Cambio en la apariencia del ojo o de los anexos: aumento de volumen, hemorragia, secreción de líquido viscoso.
- Dolor persistente.
Tipos de lesiones
Según el doctor Lutz, existen distintos tipos:
- Traumas contusos o cerrados: el ojo no se rompe.
- Traumas abiertos: existencia de una herida en el ojo.
“Los traumas contusos o cerrados son habitualmente menos graves y van desde el
cuerpo extraño que se introduce en el ojo, hasta el
golpe violento con un elemento contuso como una pelota de tenis o golf, los que pueden provocar un gran daño al ojo”, explica el doctor Lutz.
Por otro lado, el oftalmólogo agrega que los
traumas abiertos son más graves y requieren reparación quirúrgica inmediata por el riesgo de infección. “Habitualmente requieren más de una cirugía para preservar cierto grado de visión, o incluso para conservar el ojo como órgano. Sin embargo, en traumas muy severos no queda más remedio que una
enucleación o retiro del ojo, por la imposibilidad de repararlo”, dice el especialista.
Trauma ocular grave: pérdida del ojo
El trauma ocular grave se define como una lesión aguda sobre el globo ocular y sus estructuras, con riesgo de compromiso de la función visual originada por mecanismos contusos, penetrantes u otros.
“Hay muchos elementos de la vida cotidiana que pueden provocar traumas oculares graves. Las fuentes más importantes son la
actividad laboral, como por ejemplo martillar un clavo sin protección y que un trozo penetre al ojo. También están las
actividades deportivas como en el tenis, golf, fútbol, polo u otros donde haya elementos que se desplacen a alta velocidad, provocando mucho daño. También están los traumas oculares que hemos visto últimamente, donde armas no letales, como balines de goma o plástico aparentemente inofensivos, ingresan al ojo, provocando la pérdida del órgano”, indica el doctor Lutz.
¿Qué se debe hacer ante un trauma grave?
Hablar de atención oportuna es lo más importante. “Hay que tener presente que no se puede tocar el ojo, ni colocar gotas, ungüentos o un parche. Además, se debe acudir inmediatamente a un oftalmólogo con experiencia en trauma ocular o al Servicio de Urgencia más cercano”, señala.
Tratamiento y recuperación
Según el especialista, la prevención es clave. De esta forma, hay que usar siempre
protección ocular ante cosas tan cotidianas como utilizar clavos o cortar madera con un serrucho. “Lo mismo para deportes de alto riesgo donde exista una pelota pequeña viajando a alta velocidad”, agrega.
El tratamiento es diferente para cada caso de trauma:
- Cuerpo extraño: se remueve y en 24 horas no hay síntomas.
- Traumas severos: involucran cirugía y láser, lo que tarda meses, hasta años, en resolverse.
- Traumas contusos: inicialmente no muestran mayor gravedad, pero en meses, o incluso años, pueden dar origen a desprendimientos de retina.
“Por esta razón, ante un trauma ocular moderado a severo, siempre debe existir un
control prolongado. Por otra parte, es importante el examen detallado del paciente, pues no es raro que un examinador inexperto pueda pasar por alto alguna lesión importante”, finaliza el doctor Lutz.