Para mejorar la situación, los padres también deben llevar una alimentación saludable.
Según las últimas cifras entregadas por la Junaeb en marzo de este año,
el 23% de los niños de primero básico son obesos y peor aún, de ellos, el 8,1% sufre de obesidad infaltil severa.
¿Qué está ocurriendo? El,
doctor Juan Ignacio Juanet, gastroenterólogo infantil de Clínica Las Condes señala que son varias las causas por las que un menor puede ser obeso. Entre las principales, existen al menos cuatro:
- Alimentación inadecuada ya sea por ingesta de alimentos altos en grasas y azúcares.
- Grandes porciones que aumentan la cantidad de calorías por sobre las que necesita.
- Ingesta desordenada. Es decir, alimentación sin horario fijo.
- Falta de actividad física rutinaria o falta de ésta.
“En general, las razones que pueden llevar a que un niño sea obeso son casi las mismas que en el adulto, aunque existen algunas enfermedades que predisponen a la obesidad”, indica el especialista.
Frente a la
obesidad,
los padres de esos niños tienen una gran responsabilidad. “Como el niño está al cuidado de sus padres, éstos tienen un rol muy importante que cumplir en relación a su estado nutricional. Son los padres los que compran la comida y la llevan al hogar e influyen en qué tipo de comida está disponible para el niño. De ellos dependen que las opciones de alimentos sean saludables y que los menores no tengan accesos a alimentos ricos en grasas y azúcares que los puedan tentar”, dice el doctor Juanet.
Otro punto importante que no se puede olvidar es el ejemplo que dan los padres. “Los padres deben
predicar con el ejemplo y también llevar una alimentación saludable. No se le puede pedir que el niño coma sano cuando el adulto no lo hace”, puntualiza el gastroenterólogo infantil.
Las dietas restrictivas no están recomendadas
Al igual que en los adultos, los niños también están subiendo de peso y por razones parecidas, alimentos ricos en grasas y azúcar, sedentarismo, y grandes porciones que van mucho más allá de los requerimientos energéticos de los niños.
A juicio del doctor Juanet, “en la actualidad, la obesidad infantil se encuentra en proporciones tan altas que se está viendo al obeso o al niño con
sobrepeso como “sano”. La lucha que se dio en el pasado contra la desnutrición infantil aún está presente en la mente de muchos adultos que hoy son padres y que, de alguna manera, los predispone a tener esta visión frente a los niños. Ante este panorama, es la labor de los médicos concientizar a los padres sobre esta materia”, señala el especialista.
¿Qué hacer en caso de obesidad infantil?
“El principal tratamiento siempre va a ser la
alimentación saludable y
la actividad física rutinaria. Las
dietas restrictivas no son recomendadas en los niños ya que estos se encuentran en una etapa de crecimiento y desarrollo, por lo que requieren una alimentación balanceada en nutrientes y vitaminas. De esta manera, pueden crecer en forma sana y alcanzar su máximo potencial”, indica el doctor Juanet.
Un niño que es obeso, tiene riesgo aumentado de varios problemas de salud porque la obesidad lo predispone a enfermedades como
diabetes,
hipertensión e
hipercolesterolemia, entre otras.