Por cualquier cosa que la paciente sienta anormal, debe consultar.
El
cáncer de mama es el más mortal entre las mujeres chilenas y, aunque su tratamiento puede lograr superarlo, siempre es necesario realizar controles para evitar un resurgimiento.
El doctor
José Miguel Reyes, oncólogo del Centro del Cáncer de Clínica Las Condes, explica que el seguimiento de una paciente que ha sido tratada por un cáncer de mama debe, al igual que el tratamiento, ser individualizado. “Algunas enfermedades como las triple negativa y las
HER-2 positivos, tienen un peak de recurrencia temprano y luego se hacen cercano a cero. En cambio, las pacientes con luminal A -y menos el luminal B- tienden a recurrir poco en forma temprana, pero mantienen una tasa de recurrencia tardía baja, pero que se puede mantener por mucho tiempo”, señala.
De acuerdo al especialista, en términos generales, luego de haber finalizado su terapia, el seguimiento debe realizarse cada tres meses por los dos primeros años, tras ese periodo los
controles son cada seis meses hasta completar cinco años. “En ese momento, en que las posibilidades de recurrencia se han hecho menores, el seguimiento se hace anualmente o según necesidad de las pacientes”, sostiene.
El seguimiento tiene dos objetivos, dice el doctor Reyes:
evaluar la posibilidad de que la enfermedad haya recurrido, “pero tal vez, más importante que eso,
cuidar de la salud integral de la paciente que tuvo un cáncer de mama, comprendiendo aspectos orgánicos y psicológicos”, dice.
El médico oncólogo enfatiza que cualquier cosa que la paciente sienta que es anormal en ella debe ser un motivo de consulta. “Sabemos, por estudios randomizados, que es la paciente la que mejor se da cuenta de que lago ‘raro’ le está pasando. Si así lo siente, debe consultar”, indica.
Muchos de los sitios de mayor recurrencia del cáncer de mama
no dan síntomas o signos hasta que están muy avanzados, como sucede en hígado o en pulmón, dice. “Por eso, la paciente tiene que tener las puertas abiertas del médico para que concurra en cualquier momento que lo estime necesario. De la conversación con la paciente y el examen físico, el médico evaluará la necesidad de solicitar mayores exámenes, que confirmen o descarten la recurrencia de la enfermedad”, enfatiza.