Pueden ser benignos como malignos, pero hay signos a los que poner atención. Conoce cuáles son.
Un
nódulo en la mama es el aumento de volumen de la glándula mamaria o un bulto que puede ser tanto benigno como maligno. En todos los casos, ante su aparición, hay que consultar a un especialista y, sobre todo, estar atentas a su evolución.
El doctor
Octavio Peralta, cirujano oncólogo de Clínica Las Condes, explica que un nódulo es inespecífico, pero si tiene líquido quiere decir que es quístico y, en ese caso, siempre es benigno. “
Si es sólido, hay que estudiarlo con un examen clínico. Con imágenes se puede lograr ver si es benigno. Si no se palpa y no crece, sólo se observa, si crece, tampoco hay medicamento, pero puede plantearse una cirugía”, agrega. Por otro lado, si tiene características que puedan hacer al médico sospechar, hay que hacer una
biopsia.
El doctor Hernando Paredes, cirujano oncólogo y médico jefe del Centro Integral de la Mama de Clínica Las Condes, indica que no todos los nódulos requieren una biopsia, sino que hay que revisar a cada paciente, hacer exámenes y decidirlo.
“Si es un nódulo que sale por primera vez, se sugiere hacer un control a los 6 meses, existe una mínima posibilidad de que se vea benigno, pero se desarrolle al cabo de algunos meses. Si ya se controló y el crecimiento es mínimo se pueden hacer controles una vez al año”, sostiene.
Es importante que todas las mujeres se realicen un
autoexamen, todos los meses, con el fin de detectar anomalías. De todas maneras, hay que tener presente que esto no reemplaza la
mamografía.
¿Cómo realizarse el autoexamen mamario?
- Con los brazos a los costados, mira tus pechos en el espejo y asegúrate de que estén del mismo tamaño, forma, color y textura. Repite el control visual con los brazos sobre la cabeza y luego con las manos sobre la cadera.
- Presiona tus pezones para asegurarte que no sale ningún tipo de líquido.
- Acuéstate de espalda. Levanta tu mano derecha sobre tu cabeza y usa la izquierda para examinarte el pecho derecho. Revisa toda la mama, incluida la axila. Repite el mismo autoexamen, pero con la mano derecha.
- Haz lo mismo que en el paso anterior, pero esta vez sentada o de pie.
Si encuentras alguna anomalía, consulta a tu médico, sobre todo si hay cambios en la apariencia del pezón o la mama, más allá de las típicas transformaciones que suelen experimentar a lo largo del mes, presencia de nódulos mamarios, salida espontánea de líquido (claro o sanguinolento) del pezón, hinchazón de todo o parte del pecho, irritación de la piel del pecho o el pezón, enrojecimiento o rugosidad de la piel del pecho o el pezón, retracción de la piel o del pezón, cambios en la coloración de la piel, asimetrías y dolor mamario pers