Te contamos de qué forma puedes reconocer estas complejas enfermedades.
Las
enfermedades autoinmunes se caracterizan porque el cuerpo
ataca sus propios tejidos sanos. Para entenderlo mejor, hay que saber que el sistema inmunológico es el encargado de combatir las infecciones en nuestro organismo y por eso es capaz de distinguir entre los tejidos que son propios y los agentes extraños como virus, bacterias o parásitos.
En personas sanas, el
sistema inmune produce una
inflamación, mediante la cual logra reclutar a los glóbulos blancos y otras moléculas necesarias para defenderse de la agresión de los agentes externos y destruirlos.
En pacientes con
enfermedades autoinmunes, en cambio, el organismo detecta como una amenaza los propios tejidos sanos, los que termina destruyendo a través del mismo proceso de inflamación. “Estas enfermedades pueden atacar a diferentes órganos como piel, articulaciones, pulmones, riñones, ojos, sistema nervioso, etc. Y una misma enfermedad puede afectar a un solo órgano o varios al mismo tiempo”, explica la
doctora Ángela Rivera, reumatóloga CLC.
La
causa de los trastornos autoinmunitarios se desconoce. Una teoría sostiene que algunos
microorganismos (como las bacterias o virus),
estrés o
fármacos pueden desencadenar cambios que confunden al sistema inmunitario. Esto puede suceder con mayor frecuencia en personas que tienen genes que los hacen más propensos a los trastornos autoinmunitarios, los que pueden ser heredados si hay antecedentes familiares de
enfermedad autoinmune.
Por otra parte,
una misma persona puede tener más de un trastorno inmunitario al mismo tiempo, los que se clasifican en distintos tipos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas dependerán del tipo de trastorno y de dónde se produzca la respuesta inmunitaria en el organismo. Estos pueden aparecer en forma intermitente y en diversa intensidad, aunque se trata de enfermedades que generalmente son
crónicas. En términos generales, los
síntomas más comunes son:
- Fiebre.
- Malestar general.
- Erupción cutánea.
- Dolor e hinchazón en las articulaciones.
- Problemas digestivos.
- Dolor muscular.
Diagnóstico y tratamiento
Para determinar si se trata de una enfermedad autoinmune, además del hacer la entrevista que los médicos llaman
anamnesis, se debe hacer un
examen físico detallado. Es necesario también realizar exámenes de laboratorio generales y específicos. En algunos casos, puede que el especialista indique algún otro tipo de examen adicional, por ejemplo, de imágenes.
Una vez confirmado el diagnóstico,
el tratamiento dependerá del tipo de trastorno, pero el objetivo principal de todos ellos es devolver al organismo la capacidad de combatir enfermedades y disminuir los síntomas, así como proteger la funcionalidad de los órganos y mantener la calidad de vida.
Este puede incluir
antiinflamatorios,
medicamentos específicos -como corticoides y otros inmunosupresores- y
fisioterapia para el manejo del dolor. En algunos casos, el
tratamiento psiquiátrico también está indicado, ya que muchos de estos pacientes pueden sufrir depresión y ansiedad.
Es importante destacar que
muchas veces el tratamiento debe ser decidido en conjunto con diferentes especialistas y que es muy importante nunca automedicarse.
Efectos de los trastornos autoinmunes en el organismo :
- Inflamación de diferentes tejidos.
- Crecimiento anormal de un órgano.
- Cambios en el funcionamiento de órganos.
Las zonas más afectadas son:
- Vasos sanguíneos.
- Tejidos conectivos.
- Glándulas como la tiroides o el páncreas.
- Articulaciones.
- Músculos.
- Células de la sangre.
- Piel.
Tipos de enfermedades autoinmunes:
Enfermedades del tejido conectivo o Mesenquimopatías
- Artritis reumatoide.
- Lupus eritematoso.
- Lupus inducido por drogas.
- Polimiositis.
- Enfermedad mixta del tejido conectivo.
- Síndrome de Sjôgren.
- Esclerosis sistémica progresiva.
- Polimialgia reumática.
Enfermedades autoinmunes sistémicas
- Síndromes antifosfolípidos.
- Vasculitis.
- Arteritis de células gigantes.
- Takayasu.
- Granulomatosis de Wegener.
- Vasculitis asociadas a ANCA.
- Poliarteritis nodosa.
- Granulomatosis de Churg-Strauss.
- Púrpura de Schoenlein-Henoch.
- Vasculitis urticarial.
- Crioglobulinemias.
- Bechet.
- Policondritis recidivante.
¿Puede el estrés afectar el sistema autoinmune?
Frente al
estrés nuestro sistema genera aumento de adrenalina y cortisol, que nos pone en alerta frente a algún estímulo. La perpetuación de este estímulo estresante puede afectar nuestro sistema inmune y, por consiguiente, nuestra salud. Esto, generado por una disminución de los linfocitos B, los que producen anticuerpos y células NK. Ambas, en conjunto, y junto con otras células, nos ayudan en la defensa de nuestro organismo frente a infecciones bacterianas, virales y de hongos.
Sin embargo, una enfermedad autoinmune se genera por múltiples factores ambientales y genéticos.
Recomendaciones para manejar el estrés:
- Mantención de hábitos de vida saludables.
- Alimentación balanceada.
- Descanso adecuado.
- Realizar actividad física.
- Cualquier hobby que permita canalizar y liberar el estrés.
- Meditación.