El procedimiento consiste en la implantación del injerto obtenido en un banco de tejido fuera de Chile, que debe revisarse minuciosamente para que el donante tenga un tamaño similar al del paciente trasplantado.
A sus 16 años, Yahir Villegas ya se había realizado diversas intervenciones en sus rodillas para tratar una artrosis que lo aquejaba hace tiempo, pero las molestias y el dolor no disminuían. Su diagnóstico: síndrome postmeniscectomía y una artrosis grado 2 de compartimento lateral.
Al ver que pasaban los meses, su mamá comenzó a buscar en Internet alguna solución más definitiva para ayudar a su hijo, quien sufría dolor a diario, y fue así como leyó por primera vez lo que era un
trasplante de meniscos.
“Me realizaron diversas cirugías en ambas rodillas al punto que ya casi no me quedaba menisco, y a pesar de eso seguía con molestias y el dolor era horrible. La rodilla se me quedaba trabada y hacía un sonido en la parte exterior. Mis mamá estaba preocupada por el dolor, por lo que se puso a buscar una solución en internet y en la página de Clínica Las Condes encontró información sobre el trasplante meniscal. Ella no se sacó esa idea de la cabeza y semanas después conocimos al doctor Gonzalo Ferrer, quien fue sincero y en la primera consulta me dio una solución que no me la había dado ningún doctor: un trasplante meniscal”, recuerda Yahir.
¿Qué es un trasplante de meniscos?
El
doctor Gonzalo Ferrer, traumatólogo de Clínica Las Condes, explica que el
trasplante de meniscos es un procedimiento que consiste en la implantación de un menisco, que se obtiene de un banco de tejido fuera de Chile, utilizando una técnica mínimamente invasiva. “Realizamos un
trasplante de meniscos cuando los pacientes, a pesar de haberse sometido a una meniscectomía, siguen presentando dolor de rodilla y algunos problemas de movilidad. En el caso de Yahir, la intervención duró apenas 70 minutos y las cicatrices que le quedarán son pequeñas, similares a las de una cirugía de ligamento cruzado”, comenta.
El especialista además añade que,
para optar a este trasplante, el donante debe tener un menisco de tamaño similar al del paciente, un detalle que es revisado minuciosamente. “Nos aseguramos que los meniscos sean similares haciendo mediciones de resonancia y una tomografía computarizada, las cuales se envían a un banco de tejidos en EE.UU. para poder comparar y elegir al más adecuado. Este proceso se denomina ‘matching’. Cuando el injerto coincide con las mediciones, se selecciona para el trasplante”.
A diferencia de otros trasplantes, en esta intervención no se registran casos de rechazo, por lo que no es necesario que el paciente se someta a estudios de compatibilidad o terapia inmunosupresora.
Postoperatorio trasplante de meniscos
A un mes de la intervención, Yahir dice sentirse “excelente”, ya que al fin no sufre molestias. “Definitivamente no me arrepiento, antes cuando estaba acostado no podía ponerme en una posición por el miedo a que se me quedara trabada la rodilla, pero hoy puedo dormir tranquilo, eso es lo mejor. Estoy súper agradecido del doctor Ferrer, es un excelente profesional y se preocupa por la felicidad del paciente, algo que no todos hacen. Desde el principio fue sincero con respecto a la operación y con el procedimiento, sin olvidar a todos en la clínica, porque el trato fue excelente. Hubo preocupación en todo momento, la atención al paciente y las enfermeras estuvieron siempre”, destaca.
La evolución postoperatoria se desarrolló sin complicaciones. Yahir estuvo apenas una noche en la clínica y luego dos semanas de reposo en su casa, siempre cuidando de mantener la rodilla estirada. “Fue dado de alta a las 24 horas en buenas condiciones y sin dolor. Como en su control semanal la evolución fue favorable, comenzamos su rehabilitación específica, caminando con apoyo parcial y dos bastones”, comenta el
doctor Gonzalo Ferrer.
Todo el
equipo de Rodilla de Clínica Las Condes se dedica al tratamiento integral de diversas patologías que afectan a esta articulación, entregando atención de calidad y siempre buscando el rápido retorno a las rutinas habituales y deportivas de los pacientes. Este es el caso de Yahir, que antes de sus molestias en la rodilla practicaba de forma constante motocross quad, un deporte que espera retomar muy pronto, aunque sabe que debe continuar con cada etapa de su tratamiento. “Después de esta recuperación me gustaría volver a subirme a la moto y comenzar el gimnasio. El doctor me dijo que entre 9 y 12 meses ya podría estar nuevamente haciendo el ejercicio que me gusta”, finalizó.