Una de las principales recomendaciones para protegernos del coronavirus es el lavado frecuente de manos, pero el exceso de uso de jabón y también de otros productos desinfectantes puede generar irritación en nuestra piel. ¿Cómo cuidarnos?
El
doctor Pedro Lobos, dermatólogo de Clínica Las Condes, explica que es normal que en este período de pandemia por
coronavirus, en que estamos obligados a reforzar medidas de higiene, a lavar nuestras manos con mayor frecuencia, exponiéndonos al jabón por mayor cantidad de tiempo, se produzcan
dermatitis irritativas.
El especialista explica que existen dos formas en que se presentan las dermatitis: una irritativa, que es la más frecuente, y que potencialmente cualquier persona puede presentar si el producto que tiene contacto con la piel tiene la concentración suficiente o es usado en forma prolongada, y otra llamada alérgica, que se produce porque el cuerpo se “hace alérgico” al producto en cuestión y basta un mínimo contacto para que aparezca, pudiendo llegar a generalizarse.
La dermatitis se reconoce por los siguientes síntomas:
piel roja, partida, descamada, inflamada,
rezumación (pequeñas vesículas que se rompen y aparece líquido en la zona) y
prurito (picazón) intenso en la zona de la piel afectada.
¿Cómo protegernos?
El dermatólogo asegura que, como no es posible disminuir el lavado frecuente de manos porque se ha demostrado que es una de las medidas más eficaces para prevenir el contagio por coronavirus, podemos seguir algunas recomendaciones para proteger nuestra piel:
- Lavarse las manos con un jabón hipoalergénico, sin perfume.
- Utilizar agua tibia, no caliente.
- Secarse las manos suavemente, no frotarse.
- Lubricar con crema humectante después de cada lavado.
- En caso de exposición a detergentes, cloro u otros productos de limpieza, siempre se deben usar guantes.
Si se aplican estas precauciones, pero las molestias continúan o se acentúan, derivando en piel extremadamente partida, fisurada, con llagas y ardor en aumento, es importante consultar. El doctor Pedro Lobos explica que “el problema de la piel así de irritada es que está más proclive a infecciones bacterianas. Eso deriva en dermatitis muy severas que podrían requerir tratamiento con
corticoides tópicos o
antibióticos”.
Por otro lado, aclara que, en general, pese al contexto de nerviosismo u ansiedad que se está viviendo por estos días, el estrés no es la causa de estas
enfermedades dermatológicas.” Lo que sí hace el estrés es empeorarlas, pero no son la causa. Si una persona, por ejemplo, tiene una dermatitis y está sometida a un estrés intenso, va a tender a rascarse más y hacerse más daño, acrecentando sus molestias”.