La detección a tiempo sigue siendo una herramienta fundamental en la lucha contra el cáncer de mama, una enfermedad que se ha convertido en la primera causa de muerte por cáncer e la mujer en Chile.
Conversamos con la
doctora Paulina Neira, radióloga de
Imágenes de la Mama de Clínica Las Condes, quien nos ayudó a responder las preguntas más comunes sobre los distintos procedimientos que existen para la detección oportuna y el tratamiento adecuado de esta enfermedad.
Síntomas sospechosos
- Nódulo mamario que se siente distinto del tejido mamario de alrededor.
- Cambio de tamaño, forma o apariencia de una mama. • Cambios en la piel de la mama como enrojecimiento o retracción.
- Retracción del pezón.
- Descamación o erosión de la piel de la areola.
¿Quiénes deben realizarse una mamografía y cada cuánto tiempo?
Las guías médicas recomiendan realizar la mamografía en forma periódica a las mujeres asintomáticas en riesgo normal o promedio, como un método de screening.
La edad de inicio y el intervalo entre una mamografía y otra varía según las diferentes guías siendo entre los 40 y 50 años la edad de inicio y el intervalo entre 1 o 2 años. La decisión de cuándo empezar y cada cuánto tiempo realizar la mamografía debe ser tomado por la mujer después de haber sido informada por su médico sobre los beneficios y daños del screening.
La decisión con respecto a qué edad terminar el control mamográfico regular debe ser individualizado en el contexto del estado de salud y longevidad estimada de cada mujer.
¿Y en el caso de tener un familiar directo con cáncer de mama?
En las mujeres con aumento del riesgo de tener cáncer de mama por sus antecedentes familiares directos se recomienda empezar a hacer la mamografía de screening 10 años antes de la edad de la presentación del cáncer en su familia o desde los 40 años, lo que ocurra primero. En estos casos el examen debe realizarse anualmente.
¿Tiene algún riesgo para la salud realizarse una mamografía?
El screening con mamografía, al igual como ocurre con otros exámenes, tiene beneficios y perjuicios, y entre estos últimos están los denominados falsos positivos. Esto se produce cuando la mamografía muestra alguna lesión con cierto grado de sospecha, pero que después de estudiarla finalmente resulta benigna, es decir, una falsa alarma. En todo caso, la tasa de falsos positivos es menor en los centros especializados en mama.
Otro punto en contra es lo que se ha llamado sobrediagnóstico. Esto se produce porque con el screening se asume que el cáncer avanza hasta causar la muerte, lo que en el cáncer de mama es verdadero y falso. Algunos de los tumores llamados carcinomas ductuales in situ que son hallados por screening, crecen muy lentamente, o no lo hacen del todo.
Hay estudios que muestran que solo un 30% de los carcinomas ductuales in situ evolucionan a carcinoma infiltrante que es el tipo de cáncer que puede ser letal. Por lo tanto, estas lesiones podrían nunca convertirse en verdaderas lesiones mortales. Debido a que no es posible diferenciar entre los que avanzarán y los que no lo harán, todos son tratados de la misma manera.
También ocurre, en algos casos, que el screening puede causar una sensación de falsa seguridad, ya que no todos los cánceres pueden ser detectados con mamografía. Otros daños son las molestias que puede producir el hacer la mamografía y la radiación de ésta que, en todo caso, es baja.
Si hay sospecha de la enfermedad, ¿cómo se confirma el diagnóstico?
Generalmente, cuando se encuentra una imagen sospechosa en una mamografía se complementa el estudio con una ecografía para caracterizar mejor la lesión.
Si existe una lesión sospechosa, se debe hacer una biopsia percutánea, procedimiento que permite extraer muestras de un tejido para su posterior análisis microscópico. Con eso se puede tener un diagnóstico más definitivo.
¿Si no hay antecedentes familiares ni se está en grupo de riesgo por otros factores, de todas formas, se debe hacer una mamografía?
En relación a la detección de cánceres por medio de la autopalpación en la población de riesgo normal, la evidencia científica no muestra beneficio. Tampoco el examen físico de mama hecho por el médico tiene suficiente evidencia como para recomendarlo como método eficaz de diagnóstico para cáncer de mama.
La mamografía es la mejor herramienta que disponemos para detectar un cáncer de mama en forma precoz. Los resultados de los beneficios del control periódico con mamografía más fiables vienen de investigaciones donde las mujeres fueron seleccionadas aleatoriamente para ser o no examinadas.
Por lo menos medio millón de mujeres sanas participó en estos estudios, lo que estimaron que la reducción en la mortalidad por cáncer de mama del screening con mamografía fue un 15-20% o, dicho en otras palabras, si dos mil mujeres son examinadas regularmente por diez años, a una de ellas se le salvará la vida debido a una detección temprana del cáncer de mama.
Además, la detección de un tumor pequeño permitirá una cirugía con conservación de la mama, lo que implica menos daño cosmético y tratamientos complementarios menos extensos.