La importancia de incluir a los hijos
27 de agosto, 2018
·Tratamiento y Recuperación
María de Los Ángeles Briganti es psicooncóloga del Instituto del Cáncer y, hace unos años, tuvo que apoyar a su mamá. ¿Cuál es la labor de los hijos?
María de Los Ángeles Briganti recuerda que cuando era chica su mamá viajaba mucho por razones de trabajo y toda la familia la iba a despedir al aeropuerto. Pese a que era habitual, le costaba mucho despegarse de ella. Es la mejor de todas las hijas y “era bien mamona”, reconoce hoy.
A los 11 años, a su mamá, María de Los Ángeles Rodríguez, hoy hematóloga de Clínica Las Condes, le diagnosticaron cáncer de mama. Era 1998 y vivían en Viña del Mar. Fue un golpe muy duro y cayó en un proceso emocional profundo que al final le ayudó a tener un desapego positivo con su mamá. Un proceso que vivió sin apoyo de profesionales porque entonces se trataba al paciente con cáncer, pero no había preocupación especial por la familia.
Una vez le contó a una niña que su madre tenía cáncer. “Las mamás que tienen cáncer se mueren”, fue la respuesta que recibió. Quedé helada. Estudiaba en un colegio muy exigente y de pronto se sintió sola y confundida. Nunca un psicólogo le explicó lo que estaba viviendo su madre o le preguntó qué sentía. Tampoco los profesores pusieron atención a lo que estaba pasando. Bajó las notas. “Nunca dimensioné que podía deberse a un tema emocional y, como no lo sabía, me sentía culpable”, cuenta.
El cáncer de su mamá la había impactado
Reconoce que ese episodio fue determinante cuando tuvo que elegir una carrera, porque, aunque le gustaba mucho el arte y el diseño, privilegió el contacto humano y las emociones. Desde hace cinco años es psiiconcóloga del Centro Clínico del Cáncer de Clínica Las Condes.
La doctora María de Los Ángeles Rodríguez trataba de vivir su enfermedad de la manera más natural posible. Se mandó a hacer una peluca del mismo color de su pelo al punto que su hija no recuerda su calvicie. Recurrió a todo lo que estaba a su alcance para evitar que sus dos hijas se vieran afectadas. Junto con la quimioterapia, se ayudó con relajación y psiconeuroinmunología por recomendación de sus colegas.
Tras casi un año de tratamiento recibió el alta. Sin receta para retomar su vida, regresó al trabajo, pero algo cambió: frente a un paciente con cáncer le costaba no sentirse afectada. “Lo que viví me hizo empatizar mucho más con los pacientes porque estuve del otro lado”, dice la doctora Rodríguez.
Psicología y oncología
Ángeles hoy usa el arte para que los pacientes del Centro Clínico del Cáncer puedan expresar sus emociones.
Por su experiencia y la de su mamá, cuando hizo la práctica en la clínica le pidieron hacer una charla a hijas de mujeres con cáncer, una enfermedad que aún es asociada en forma directa con la muerte. “Lo más importante es darles la seguridad a los familiares de que el papá o la mamá están en un tratamiento, que están bien, que los están cuidando y que no se van a morir. Mientras no haya educación de lo que es un cáncer, los niños van a creer lo mismo que ven en las películas: personas que sufren, que quedan tiradas de dolor y que se van a morir”, dice la psicóloga.
En 2012 el cáncer reapareció y la doctora Rodríguez le ganó nuevamente. Con la menos de sus hijas ya profesional y más cómplice, esta vez fue distinto “con más conciencia y sabiendo que no hay que dejarse estar, que es importante el autocuidado”, dice la hija. Ambas sacan lecciones de lo vivido. Como recomendación, señala la psicooncóloga, es importante incluir a los hijos. “Por ejemplo, que los papás o mamás vayan a la quimioterapia con ellos, que ellos vean a la mamá hospitalizada o sin pelo, que le cuente ‘hoy me siento bien’ o ‘hoy me siento cansada’. Naturalizar la situación”, dice.
Lo mismo piensa hoy su madre: “hay que vivir el proceso de manera más normal con ellos. Como padre o como madre uno cree que tiene que mantenerlos un poco al margen como una manera de protegerlos. Pero no, la verdad es que los niños son más simples de lo que uno piensa y entienden lo que ocurre”, concluye la doctora Rodríguez.