Porque si se preocupa antes de qué carrera va a seguir, va a introducir una variable que lo va a sacar de su foco, de su planificación.
Lo que pasó, pasó. No es momento ni de análisis ni de síntesis de qué habría pasado de haber hecho las cosas distintas. Debe enfocarse en lo que sí puede hacer, no en lo que ya no hizo… Ya habrá tiempo para hacer nuevas planificaciones.
No distraerse de lo importante
No es el momento de los carretes y salidas. Por ejemplo, si Chile va a jugar con Brasil, es poco prudente salir a carretear la noche anterior. También es poco prudente entrenar hasta las 5 de la mañana, porque hay ciertas cosas que son básicas y que hay que cuidar:
una alimentación saludable; el sueño (al menos, ocho horas a partir de las 10 de la noche, porque durante el sueño se integran los conocimientos, el cuerpo recupera energía y se repara) y
la actividad física, que debe ser la habitual.
Los padres
Es muy importante que
en este momento bajen el nivel de presión, que sean papás que apoyen en todo esto. No es momento para criticar, para exigir.
Es momento para apoyar, para bajar los niveles de estrés. ¿Cómo? En este período no sirven las críticas, ni las quejas ni las descalificaciones, porque sólo van a contribuir a subir el nivel de estrés. Tampoco es el tiempo para que los padres adopten decisiones importantes (cambios de casa, viajes familiares) ni hagan que sus hijos las tomen. Lo óptimo es no hacer grandes cambios, cuidar que el ambiente sea lo más tranquilo posible.
¿Estudiar solo o acompañado?
Es variable, depende de cada individuo. Hay personas a las que les acomoda muchísimo más estudiar solos y otras a las que les gusta más estudiar en un grupo. Depende de cada estudiante.
No es momento para automedicarse
Tomar pastillas para concentrarse porque algún amigo, o el amigo del amigo la recomendó es un riesgo y puede ser absolutamente contraproducente. Distinto es si están bajo la asesoría de un profesional que tenga experiencia en el tema y los conozca.
Síntomas a los que estar atento
En este período se pueden producir varios síntomas que den cuenta del estrés. Cambios en el sueño (adolescentes a los que les cuesta mucho comenzar a quedarse dormidos y conciliar el sueño); cambios en el apetito, síntomas físicos como dolor de cabeza, de estómago, de cuerpo. Náuseas o vómitos. Aislamiento social, que se pongan más sensibles o irritables. Si estos síntomas se repiten en el tiempo es bueno consultar a algún especialista.
Descanso y recreación
Los últimos días antes de la PSU es importante no estudiar a full, lo recomendable es comenzar a bajar el ritmo. La última semana se debe bajar el nivel y centrarse más en el autocuidado, es decir,
en el sueño, en la alimentación y en actividades más recreativas, juntarse a conversar con los amigos, hacer un poco de deporte. Aumentar la intensidad del tiempo dedicado al estudio puede terminar agotando las reservas de energía que necesita para el final, con eso va a conseguir no llegar tan bien preparado como podría.
Consumo de alcohol y marihuana
Su consumo
empeora el rendimiento, disminuye la concentración, la calidad del sueño y la calidad de la memoria. Son sustancias que afectan el cerebro y el cerebro es algo que hay que cuidar. Ambas sustancias
interfieren de manera importante en la capacidad de concentración, atención, memoria, y los efectos duran un par de semanas: la capacidad de concentración se ve afectada sobre todo con la marihuana, que permanece mucho más tiempo en el cerebro que en la sangre y va en contra de obtener buenos resultados.