Llevar una receta médica en inglés, cuidar la cadena de frío si usas insulina y tener siempre a mano dulces para subir el azúcar en caso de hipoglicemia, pueden ayudarte a prevenir problemas en tus vacaciones.
Está terminando febrero y muchos ya están pensando en qué lugar les gustaría disfrutar estas últimas semanas de verano. Como en todo buen viaje, lo mejor es planificarse con antelación: reservar vuelos, hoteles y tours, sin dejar de lado los aspectos médicos que hay que considerar antes de unas merecidas vacaciones, sobre todo en el caso de quienes padecen diabetes.
Por eso, para que tu viaje no tenga complicaciones, la
doctora Marisel Figueroa, junto con la
enfermera Macarena Martínez, entregan una lista de consejos para quienes tienen esta enfermedad y están planificando sus vacaciones:
- Llevar la receta del médico tratante:
Aunque en algunos viajes nacionales no es necesario, si el destino de tus vacaciones es el extranjero, lo mejor es tener a mano la receta con tu tratamiento habitual y un certificado que explique que eres un
paciente con diabetes, donde se avale tu condición, y explique si usas insulina o microinfusores (bomba de insulina), ya que estos son elementos vitales que debes portar siempre contigo.
También es recomendable llevar la
receta de insulina que contemple el medicamento con su nombre genérico y las dosis, y si viajas a un país de habla no hispana, tener a mano la receta y certificado médico escritos en inglés.
Muchas veces por comodidad los pacientes organizan sus medicamentos en pastilleros con separaciones diarias, lo que puede ser un problema en el aeropuerto al explicar la procedencia de los comprimidos, ya que no están debidamente identificados. Frente a estos casos, las especialistas de Clínica Las Condes recomiendan
llevar los medicamentos en su caja original, porque así se detalla claramente el nombre y la dosis.
- Precauciones con las bombas de insulina:
Al ser un dispositivo tecnológico frente a cualquier eventualidad, debes portar tu tratamiento de reemplazo estés donde estés. Esto implica un
kit con insulina lenta y rápida, agujas o jeringas para administrar insulina y consultar previamente a tu médico la equivalencia de dosis de la bomba a insulina inyectable.
- Calcula cuánta dosis vas a necesitar y multiplícala por tres:
Si usas insulina, ten en cuenta que la que llevas de reserva puede perder su cadena de frío, extraviarse con las maletas o la receta de tu médico tratante puede no ser válida en el extranjero. Frente a estos casos, es recomendable llevar más dosis de la necesaria y activar los seguros de salud, de esta forma podrás atenderte con otro especialista que pueda hacer entrega de la receta correspondiente.
Además, es importante triplicar el stock de insulina y haz lo mismo con los otros elementos del tratamiento:
cintas para medir la glucosa en sangre, agujas y jeringas para administrar insulina,
glucómetro extra por si se extravía, pilas para bomba de insulina y sus insumos extra (cánulas, reservorios).
Es frecuente que en verano las temperaturas aumenten, sobre todo al
interior de los vehículos, donde los termómetros se elevan hasta los 40 grados. Si quieres realizar un viaje largo en auto o vas a estar en lugares muy cálidos, recuerda que la insulina que está en uso debe almacenarse a una temperatura que oscila entre los
15 y 29 grados, por lo que a pesar de que los lápices pueden estar a temperatura ambiente, las especialistas aconsejan transportar la insulina en estuches apropiados con unidades refrigerantes.
Los lápices o viales de insulina que llevas de reserva deben estar entre 2 y 8 grados mientras esté sin uso. Una vez que se abren, recuerda que no se deben utilizar más de 30 días.
Dependiendo del
nivel de glucosa en la sangre, hay complicaciones que pueden ir desde leves a severas. Algunos de los síntomas son
fatigabilidad, temblor, sudoración, mareos, confusión, irritabilidad, taquicardia, pudiendo llegar incluso al compromiso de conciencia. En estos casos, es recomendable
tratar la hipoglicemia (la baja de azúcar) con geles o pastillas de glucosa o tener siempre a mano dulces, que pueden aportar 15 gramos de azúcar. La opción a considerar en caso de compromiso de conciencia es el uso de glucagón, el que debe aprender a ocupar el acompañante, ya que es quien lo aplica en caso de emergencia.
- Recuerda informar a tus amigos y familiares:
Tanto Marisel como Macarena son enfáticas en señalar que las personas que tienen diabetes no tienen límites para viajar y hacer lo que más les gusta, siempre y cuando tengan un adecuado conocimiento de su enfermedad y tomen precauciones. Esto también implica educar a sus familiares y amigos cercanos para que puedan reconocer y manejar cuadros de
hipo o hiperglicemia, como también las complicaciones agudas que puedan presentarse durante viajes de estudio, vacaciones entre amigos o viajes en pareja.