No hacerlo puede llevar a que continúen tras la intervención, haciéndola fracasar.
Las
cirugías bariátricas son una solución para algunos pacientes que han intentado perder peso sin éxito y cuya salud está en peligro. Se trata de pacientes que, en su mayoría sufren de
desórdenes alimentarios, como el
trastorno por atracón, a los cuales hay que apuntar antes de cualquier intervención, pues no hacerlo podría minar las posibilidades de éxito.
Se ha observado cómo personas con trastornos previos a la cirugía recaen en los mismos, o desarrollan otros, después de los primeros 18 meses desde la intervención, señalan la nutrióloga
María José Leiva, especialistas del Centro de Nutrición y Bariátrica de Clínica Las Condes.
“Se pensaba que la cirugía bariátrica ocupaba un lugar sanador, curativo en la patología de la obesidad, pero está quedando demostrado que si no cambias la conducta que te llevó a tener esta patología, no vas a sanar con la cirugía, vas a volver a presentar el problema o puede surgir otro después de que pasa el efecto quirúrgico de la baja de peso”, indica la doctora Escaffi.
Si no se realiza el seguimiento adecuado,
el peso se recupera, por lo que cada vez es más importante que el psicólogo trabaje en detalle la conducta previamente, pues después de una cirugía, la atención suele concentrarse más en la baja de peso, en que no haya anemia o no se les caiga el pelo, por ejemplo.
“El diagnóstico tiene que ver con un criterio ordenador, pero el tratar o no la conducta tiene que hacerse, porque tiene que ver con cómo tú buscas mejorar tu salud y calidad de vida”, sostiene la psicóloga.
Muchas veces, los problemas aparecen años después de la cirugía, cuando ya no están bajo seguimiento. De ahí la importancia del acompañamiento multidisciplinario. “Esta es una relación de por vida”, dice la doctora Escaffi.
Seguimiento post cirugía bariátrica
Más allá de la baja de peso que se logra con una cirugía bariátrica, el cambio es muy grande y para lograr conciencia de ello, el acompañamiento multidisciplinario posquirúrgico es fundamental.
De esta forma, el tratamiento multidisciplinario
debe comenzar antes de la intervención y continúa para siempre, pues, aunque los desórdenes alimentarios deben ser tratados antes de la cirugía, por ejemplo, existe el riesgo de que reaparezcan, incluso años después de ella.
No obstante, en el área de salud mental las cifras muestran que cuesta adherir al tratamiento y están apareciendo pacientes jóvenes que ya han pasado por una o más cirugías bariátricas y que vienen por más, pues al no superar un trastorno por atracón, incluso comiendo menos, vuelven a ganar peso, cuenta la psicóloga.
Los trastornos alimentarios pueden ser tanto el
trastorno por atracón que pudo estar entre las causas de la obesidad, como anorexia y bulimia, por el temor a volver a engordar y así, hay gente que sigue con la papilla del primer mes hasta seis meses por miedo a recuperar peso.
Diagnóstico de un trastorno alimentario
“El diagnóstico tiene que ver con un criterio ordenador, pero el tratar o no la conducta tiene que hacerse, porque tiene que ver con cómo tú buscas mejorar tu salud y calidad de vida. Eso se hace, aunque no haya diagnóstico, porque genera sufrimiento y vergüenza. Porque probablemente no es fácil meterse comida a la boca y luego escupirla. No es algo que hagas delante de todo el mundo. No te sientes orgulloso de hacerlo. No te parece normal”, indica la psicóloga.
Durante el tratamiento se requiere que la confianza entre médicos y pacientes sea plena. “Con el psicólogo, con el nutriólogo, hay que tener una confianza total, ser capaz de decirle todo: no como, vomité, tomé laxantes, me emborraché… Nadie que tenga una conducta alimentaria patológica o no normal se va a sanar. Porque esto no es viral, no es bacteriano, yo no te puedo dar un tratamiento por 7 días para curarte. La obesidad es multifactorial, tiene tantos factores que cuando logremos identificarlos todos, lo que probablemente sea jamás, vamos a poder dar el remedio. Pero hasta ahora no hay”, sostiene la doctora
María José Escaffi, nutrióloga de Clínica Las Condes.