Un reciente estudio publicado en “The Lancet Diabetes & Endocrinology”, de la Sociedad Internacional de Arteriosclerosis y el Comité de Trabajo Internacional de Riesgo Cardiovascular- Metabólico y Obesidad Visceral, llegaron a consenso que la grasa ectópica visceral incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y arteriosclerosis. Por lo tanto, se postula que el IMC no sería el único indicador para obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, desde 1975 se ha triplicado la obesidad en todo el mundo y de continuar esta tendencia, la mitad de la población tendrá sobrepeso o será obesa en 2030. En Chile, el escenario tampoco es alentador: de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016-2017,
el 75% de los chilenos mayores de 15 años tiene exceso de peso.
Situación preocupante considerando que, la obesidad en la actualidad está generando múltiples patologías asociadas. Así lo confirmó un estudio publicado en “The Lancet Diabetes & Endocrinology”, que señala que el exceso de grasa ectópica visceral, es decir, la grasa que se almacena fuera del tejido adiposo y se adhiere o es depositada en el corazón, páncreas, músculo, hígado y riñones aumenta el riesgo cardiovascular y metabólico.
“Es muy relevante este estudio porque nos reunimos expertos mundiales para concluir que debemos preocuparnos por este tipo de grasa visceral, porque esto es lo que finalmente está generando el problema de salud a nivel mundial”, comentó la
doctora Ada Cuevas , nutrióloga de Clínica Las Condes y quien participó de esta publicación.
Además, la Dra. Cuevas quien también forma parte del Comité Internacional de la Federación Mundial de Obesidad, afirmó que “siempre pensamos en la grasa subcutánea y también tomamos conocimiento de la grasa que se deposita en el abdomen. Sin embargo, hoy además se conoce que la grasa se infiltra en importantes órganos de nuestro organismo, tales como páncreas, riñones, músculo, corazón, hígado y vísceras.
Por eso la explicación de que actualmente las personas con obesidad tienen tantas enfermedades asociadas, incluso patologías como enfermedad renal, cáncer, infertilidad y enfermedades neurológicas, incluso hay estudios recientes que muestran una mayor asociación con alzheimer”.
De esta manera, se propone agregar otro indicador de obesidad al índice de masa corporal, que tenga relación con los niveles de grasa ectópica que se almacena en distintos órganos.
Por lo tanto, la localización del exceso de grasa sí incidiría e incrementaría el riesgo a desarrollar enfermedades asociadas a la obesidad y no solo patologías cardiovasculares y metabólicas sino también algunos tipos de cáncer, neurológicas y enfermedades renales.
“Probablemente iremos dejando el IMC como un indicador para basarnos respecto a las indicaciones terapéuticas. Vamos a ver la obesidad definitivamente como enfermedad tal como lo declaró la OMS hace años, se cambiará la percepción a nivel del público en general considerando el gran impacto médico que tiene”, aseguró la especialista.
Para poder medir la grasa ectópica visceral se puede usar desde una “simple huincha” hasta estudios de imágenes, por ejemplo, escáner, sin embargo, lo relevante de este estudio es que el manejo de los pacientes con obesidad deberá considerar este tipo de indicador.
De acuerdo con lo que explica la doctora Cuevas con esta publicación los especialistas deberían evaluar a los pacientes con obesidad no solamente con el IMC sino que con estos marcadores de grasa que existen en el cuerpo, entregando un tratamiento mucho más integral e incluso en algunos casos, logrando prevenir ciertas patologías.