Que en invierno necesitamos más calorías es un mito. El querer comer alimentos más calóricos en los días fríos es más bien algo cultural, como la costumbre de comer sopaipillas cuando llueve. Si bien no existe ninguna razón para aumentar la cantidad de calorías durante esta época, es un hecho que puede suceder, por lo que para evitarlo es importante elegir conscientemente nuestros alimentos y mantener la actividad física.
Mantener el equilibrio entre ingesta de alimentos y gasto calórico es fundamental, por lo que es recomendable evitar, por ejemplo, los excesos de grasas y frituras en las preparaciones, además de cocinar con poca sal. ¿Qué otros consejos podemos implementar para un invierno más saludable?
Las verduras como base: sopas, guisos y tortillas, entre otras, son ejemplos de preparaciones que pueden ser bajas en calorías.
Poner atención a las porciones: si bien platos como la cazuela, la carbonada o las legumbres son preparaciones saludables, debemos cuidar las cantidades para no consumir un exceso de calorías. La mezcla de cereales y legumbres (como lentejas con arroz) produce proteínas de elevado valor biológico, pero es mucho menos saludable si le agregas un embutido.
Mantén el consumo de pescado 2 veces por semana: al horno, a la plancha, a la olla, pero ojalá nunca frito.
Respeta los horarios y realiza colaciones saludables para evitar pasar muchas horas sin comer.
Como colación de media mañana o media tarde: prefiere el consumo de leche descremada caliente con café o té y endulzante, leche con sabor descremada sin azúcar o chocolate caliente en polvo sin azúcar.
Mantenerse hidratados: es fundamental en el invierno, ya que por el frío solemos bajar la ingesta de líquidos.
No olvides la ensalada: hace frío y quizás provoca más comerlas cocidas, pero la ensalada fresca aporta fibra que ayuda a la digestión y a mantenerse satisfecho. Las verduras proporcionan vitaminas, minerales y fitoquímicos que además ayudan a fortalecer el sistema inmunitario.
Realiza actividad física: al menos 30 minutos 5 veces a la semana, o 1 hora 3 veces por semana de ejercicios aeróbicos como bicicleta estática o elíptica, en el nivel más suave. Recuerda que con temperaturas más bajas, el calentamiento debe ser más vigoroso para entrar en calor y evitar lesiones, pero no hay que vestirse con ropa demasiado abrigada. SI haces ejercicio al aire libre, es mejor vestirse en capas.