Es un examen que permite analizar la respuesta cardiovascular a un esfuerzo físico, progresivo y estandarizado.
El paciente debe caminar sobre una cinta transportadora, con incrementos progresivos de la inclinación y velocidad. Se controlan los síntomas, el trazado del electrocardiograma, la presión arterial y la frecuencia cardíaca antes, durante y después del ejercicio. En un test de esfuerzo convencional el paciente inicia el examen con una caminata lenta y lo termina con una caminata rápida o trote suave.
El examen permite detectar manifestaciones de insuficiencia coronaria y estimar la capacidad física en relación con su función cardíaca.
No requiere de ayuno, sin embargo, el día del examen evitar consumo de té, café o coca cola. Además, debe presentarse con un vestuario cómodo y zapatos que le permitan hacer ejercicio; no colocarse crema en el cuerpo y consultar con su cardiólogo tratante si es necesaria la suspensión de algún medicamento.
La realización del examen dura 30 minutos y requiere reserva de hora.